Me inspira tu belleza sin aires de grandeza.
Te miro a cada momento, quisiera tocarte y me lamento.
Detalles de hermosura y calidez, cada una por separado y las dos a la vez.
No encuentro escusa para dejar de mirarte, a la vez temo que cuenta puedas darte.
A todas horas te miro y por dentro yo suspiro.
Te miro con bondad pues bien sabes que lo mío no es vanidad.
Noto hasta tú respiración cuando te miro sin distracción.
Te quedas callada pero lo sabes y no dices nada.
Admiro tú figura definida, tienes un cuerpo lleno de vida.
Sólo son deseos de mirarte aunque ello no lleve a ninguna parte.
De tú cara yo me quedo prendado, no sé que es lo que siento, quizás enamorado.
Te miro hasta cuando estás dormida, sin motivo de ser ofendida.
Permanezco quieto , disimulando, y mientras tanto te voy mirando.
Ya no sé cómo observarte, sentado, de pie, estirado y así desde cualquier lado.
Intento ser positivo, pero si no te miro no vivo.
Alguna escusa encontraré y por contigo hablaré.
Intento las palabras encontrar y así el paso podré dar.
Hoy el día está nublado, pero si estás tú permanece soleado.
El Sol, la luna, da lo mismo, cuando te miro les quitas protagonismo.
Brillas de noche y día aunque mi mirada sea tardía.
Más belleza no se puede rebosar, estás hermosa ante la montaña o el mar.
Ahora ya es tarde, me voy caminando, me entregiro y te voy mirando.
Voy cruzando la calle y de tí no pierdo detalle.
Hasta mañana bella dama, espero que de mí acabe enamorada.
