"Quiso"
Narrador omnisciente
Un chico de piel tan blanca como la primera nevada de inverno, franjas rojas/anaranjadas en su cara y parte de sus manos que resaltaban contrarrestando el color de su piel -y como olvidar esa parte azul en la parte superior lado derecho de su cabeza con exactamente cincuenta estrellas allí- Se despertaba de una forma perezosa bostezando.
Se sentía de una manera extraña, todo su cuerpo pesaba -lo comprobó al sentarse en la cama- su cabeza lo estaba matando por el dolor y un pequeño mareo se hizo presente -al igual que un sabor amargo en su boca- pero era raro ¿por qué?, Por qué él se sentía relajado y feliz; embozó una pequeña sonrisa ante esa sensación. Se había olvidado cómo se sentía despertar feliz, pero claro como todo tiene un inicio también tiene un final.
Al analizar un poco se dio cuenta que esa no era su habitación, al analizar mejor se dio cuenta que estaba sin ropa y al analizar por tercera y última ves, ahogo un grito al darse cuenta que no estaba solo en esa bendita cama.
No recordaba que mierda había pasado tampoco sabía quién era el que estaba echado a su lado ya que estaba tapado por completo con la sabana/cubre cama y su cabeza estaba abajo de la cabecera -y la verdad no es como que quería saberlo- buscó desesperado sus gafas oscuras -las cuales encontró en la mesita que estaba al lado de la cama- se las colocó para después levantarse y buscar su ropa. Claro que maldiciendo y soltando jadeos de dolor, sus caderas lo estaban matando; es verdad que no era virgen pero desde que estaba ocupado con el trabajo no tenía el tiempo para ocuparse de su vida "sexual".
Encontró el conjunto con el cual él estaba en la noche, se puso sus pantalones negros un poco ajustado y estaba apunto de agarrar su polera -la cual tenía letras grandes que formaban la palabra Nasa- pero al lado de esta pudo ver un objeto que lo dejó petrificado.
- Oh Shit - pronunció en un susurro casi inaudible, mirando fijamente el objeto, pero rápidamente dirigió su mirada a la cama cuando escuchó un gruñido y el "desconocido" empezó a revolverse; rápidamente agarró su polera se la puso pero no quitó la vista de lo que encontró.
Escucho como la mano del tipo empezó a palmear su lado de la cama como buscando algo, eso hizo que se tensara, cerró los ojos respirando hondo y se enderezó ya que antes se había agachado para agarrar "el objeto".
Al ya estar enderezado -apretando esa cosa en su pecho- miro a el sujeto que levantó su parte superior con ayuda de sus grandes y fornidos brazos mirando de un lado a otro aun confundido, el de gafas trago duro ante eso al saber que sus dudas ya estaban confirmadas. Se quedó allí sin moverse cuando el sujeto de la cama se le quedó mirando también con una expresión de confusión.
- ¿Usa? - pronunció sorprendido, su voz salió grave como siempre pero la diferencia era que su tono salió de una forma rasposa y ronca al recién estar despertando, el nombrado soltó un jadeo suave ante la voz del otro sintiendo una corriente recorrer su cuerpo.
- Rusia - respondió con su voz un poco temerosa, no lo negaría, está nervioso. Pero eso no sería motivo para hacer notar que lo intimidaba.
El mayor en altura se dio la vuelta rápidamente para poder sentarse y tapar lo importante mirando al de cincuenta estrellas, el cual aun no se había movido para nada. Rusia llevo una mano a su frente haciendo referencia a que le dolía o estaba totalmente perdido -en este caso las dos-.
- ¿Que pasó? - dejó la pregunta al aire ya que el tono parecía más a que se lo preguntaba a sí mismo pero esto no lo entendió Usa.
- Bueno yo creo que... ¿la fiesta se nos salió de control? - estaba totalmente nervioso y avergonzado el ruso ignoró eso y restregó su cara con sus dos manos gruñendo un poco.
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¿Un error? ¡Bueno! Aprovechemos
FanfictionUna noche de pasión, una mañana de reconciliación, toda una vida de amor ¿será posible? Tal vez... esa duda es lo que lo haré hermosamente aterrador.