-QUE?- dije despertando del sueño
-Que son las cuatro que despiertes ya!
+Solo son las cuatro...no me despiertes así masoca- y me giré dentro las sabanas
Noté como entraba y con sus frías manos hizo lo que quiso conmigo, dejarme mirando arriba indefensa debajo de ella.
-¿Que te dije?- susurró
Noté como mi corazón se aceleraba y ella también lo notó, soltó una risita. A veces creo que se aprovecha de mí pero me gusta tanto que no puedo apartarla tan sencillamente. Se acercó y me besó, se me hizo un instante pero se que es el que más ha durado entre los que me ha hecho. Se apartó enérgica y dijo con alegría
-Va! levántate! nos vamos de fiesta
+...desde...cuando....vamos de fiesta?
-Des de hoy, además es el cumpleaños de la novia de mi primo. Te he escogido vestido mientras dormías
Ah...ya lo recuerdo, me quedé dormida entre sus brazos
-Es blanco como si fueses de novia
Ojala tu..
-Mi novia
¿Que? ¿Lo ha dicho?
+¿COMO?
-HAHAH es broma tonta! no me mires así
Porque tenía que demostrar todo lo que pensaba..preferiría ir andando con cara de palo y poder fingir lo que siento cuando quisiese
-¿Que? jo que cara de decepcionada...que quieres serlo?- se rió
Sentí que la gata entraba en la habitación, saltó encima de la cama, me dejó un caramelo y me lamió la mano
+No, ella me quiere más- y abracé la pobre que soltó un gemido
-Hmm...- nos miró mal
Se giró y abrió el armario lentamente, sabía que odiaba que lo abriese así, me molesta cuando las puertas chirrían de esta manera. Sus padres no están en casa, se fueron de viaje a Dinamarca y bueno ella me invitó para no estar sola. Medio muerta me levanté y me obligó a ponerme ese vestido
-No me des las gracias
+Ni ganas...
-Te queda perfecto!
+No- dije enrojecida
-Lo que tu digas...- me peinó el flequillo y me acarició
+¿Y tu que llevarás?- dije cortando la situación
Me enseñó un conjunto que al imaginarme como le quedaría casi me ahogo, al final salimos y nos estaba esperando un coche fuera
+¿Lo conoces?- la miré preocupada
-Es mi primo, no te comerá- me miró fijamente y cogió mi mano- ahora mejor?
Asentí y entramos en el coche, ese nos llevó bastante lejos, pasó el suficiente rato como para que me quedase dormida otra vez, llegamos a una cala algo abandonada pero acogedora donde andando unos cinco minutos por la orilla llegamos a una casita donde daban bebidas y demás. Se escuchaba música tranquila de fondo, nadie iba borracho, algunos reían un poco demasiado pero no habían vomitados por el suelo ni olía mal.
No es que me gusten más el tipo de fiestas en que la gente baila bajo una música ensordecedora y la mayoría les cuesta andar recto pero no me esperaba que me llevase aquí.
+¿No íbamos a una fiesta?
-¿Creías que sería de las típicas? no me gustan ese tipo...
+Ah ya...es verdad, nada es normal contigo- me empujó
-Si no te gusta puedes irte
+Me encanta- la giré hacia mi y le di un beso
Me presentó a unos cuantos que habían por allí pero aun no entendí porqué escogieron esta hora para celebrarlo. De golpe cogió mi mano y tiró de mi corriendo hasta que noté el agua entrando en mis zapatos, me los quité y entramos las dos en el mar
+Acabas de destrozar tu vestido- me sonrió sin responderme
Andando un rato por la arena y el mar que nos llegaba a las rodillas, llegamos a una cueva, las olas salpicaban contra las rocas y nos dejaron mas empapadas de lo que ya estábamos
-Es segunda casa de mi bisabuela, aquí se escondieron en la guerra
Subimos unas escaleras, abrió la puerta y vi una grande habitación con todo incluido, hasta había una pequeña cocina de gas y una radio de los 50 al lado de ella. Me parecía raro que en todo este tiempo no me hubiera contado nada sobre esta casa...cueva? lo que sea
-Ven...- dijo extendiendo su brazo
La miré insegura, señaló una grieta y me subí encima de la silla para mirar a través de ella
-¿Llegas?- dijo burlándose de mi alturaLe saqué la lengua y miré, justo al final de la grieta se veía la luna llena entre sus estrellas, me contó que de día al pasar el rayo de sol si aguantabas una lupa con dirección a madera o papel se quemaba y así podían preparar algo de comer cuando no tenían gas. El resto de la mañana lo pasamos viendo la lluvia de estrellas hasta que amaneció.
Cuando llegamos a su casa recordamos que ya era lunes, las dos pensamos lo mismo, no ir al cole por un día, quizás iríamos unas horas más tarde aunque los rumores aumentarían igualmente, a ella no le importaba pero a mi sí, no me gustaba la idea que todo el mundo hablase soltadamente de nosotras dos como si nuestra vida fuese una película.