Todo comenzó un trece de enero del año dos mil siete, yo tenía tan solo nueve años cuando lo conocí, él tenía diez, al principio todo era color de rosa, éramos los mejores amigos, hacíamos todo juntos excepto ir al baño, claro. Como decía...todo era perfecto, hasta que un día algo cambió en él, realmente creía que hacía cosas malas por molestarme o simplemente por jugarme bromas, pero no. Nunca fue así. Su primera malicia fue asesinar un pájaro, bueno, en realidad yo lo asesiné, pero solo lo hice porque él me convenció. Sus siguientes maldades fueron parecidas, me refiero a que en todas había pájaros, aún recuerdo ese día que ató a esas pobres aves en un árbol para que se las comieran los canes, su cara de satisfacción al verlas morir todavía me desconcierta. Sabía que había algo mal en Henry, pero no quería aceptarlo, simplemente no quería perder a mi único amigo, por esa razón nunca le conté a nadie sobre aquel niño.
Cada noche, él me visitaba solo para narrarme historias de terror o contarme sobre lo que haríamos al día siguiente con los pájaros. Muchas veces le pregunte por qué le gustaba tanto lastimar a esas criaturas, y su respuesta siempre fue la misma.
-No lo sé, me gustan, me gusta verlas volar...pero odio verlas libres- confesó aquel día.
Lo gracioso de todo es que, nunca le tuve recelo, por esa razón Nunca me alejé de él.
Muchas veces me alentó, o mejor dicho, obligó, a que matara aves, y lo hacía y... me sentía realmente bien haciéndolo.
Nunca conocí a sus padres, y él tampoco conoció a los míos ya que mi familia era muy ausente y nunca estaban en casa. Siempre fue así.
Con el paso de los años, creí que cambiaría, creí que dejaría de lastimar aves. Pero no, sino que empeoró.
La secundaria fue muy dura para mí, nadie quería hablar conmigo, nunca entendí el porqué. Pero todo eso cambió cuando conocí a Rachel, una chica de cabello castaño y ojos marrones muy brillantes. Ella no me ignoraba, ella si me hablaba, ella era amable, ella era diferente a los demás.
O al menos eso pensaba.
-Algún día debes presentarme a ese amigo tuyo- anunció Rachel sonriendo- Parece ser interesante, y se nota que te atrae- finalizó provocando que me sonrojara.
Me encantaba la forma en la que ella sonreía; era gracioso ver como intentaba imitar a Michael Jackson. Ella me encantaba.
Siempre quise que Rachel conociese a Henry, pero él nunca quiso eso.
-Ya te dije que no quiero conocer a esa tal Rachel- espetó furioso- Te está usando, ella no es tu amiga, solo se ríe de ti.
Pero nunca lo vi de esa manera.
Desde ese día no insistí más con el tema, no me gustaba ver a Henry enojado.
Rachel fue una buena amiga. Realmente lo era, si tan solo Henry la hubiese conocido...
-But I'm creep, I'm a weirdo. What the hell am I doing here?
-Vaya, esa canción es muy bonita, no sabía que la conocías- declaró la castaña- Cantas muy bien, por cierto.
Solo sonreí. Amaba esa canción, Henry solía cantarla todos los días. Me gustaba verlo cantar, se veía tan pacífico, como si nada lo perturbara. Como si de verdad sintiera...