Elizabeth, recién ingresada a una nueva institución educativa junto a sus hermanas.
𝕊𝕖 𝕥𝕠𝕡𝕒 𝕔𝕠𝕟 𝕥𝕣𝕖𝕤 𝕙𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕠𝕤, 𝕞𝕦𝕪 𝕒𝕡𝕦𝕖𝕤𝕥𝕠𝕤, 𝕡𝕠𝕣 𝕔𝕚𝕖𝕣𝕥𝕠.
¿Con cuál de ellos permanecerá por el resto de sus vidas?
Al parecer no aprendí nada ayer, solo me quedé con una borrachera de mierda.
Tal vez vaya a clase.
Me duele la pija hasta la mierda.
Creo que iré a ver a esa tal Elizabeth. Para ser sincero, no está tan mal, lástima que mis hermanos ya le echaron un ojo.
Pero...
Sí mis hermanitos juegan con ella ¿Por qué yo no?
Por parte, debo admitir que me siento mal.
Pero todo esto tiene una razón.
Mi padre me llevó a este camino.
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Narradora
Ya habían pasado como dos horas de clase. Los chicos se disponían a salir de sus aulas. Algunos con caras largas y otros de buen humor, típico de una escuela.
Se podía notar cierto interés que Zeldris tenía por la peliblanca.
No dejaba de penetrar sus ojos oscuros en ella, era inevitable.
Pensar en ella, era un fastidio.
Decidió prender un cigarro que tenía en su bolsillo. Era hora de salida, no le veía nada de malo.
-Ho-Hola- Podía mirar como aquella chica la cual estaba perdidamente mirando todo el día, se dirigía a uno de sus hermanos.
-Hola, Elizabeth- Seguía mirando con molestia.
Por un momento, pensó en lo que debía hacer. Sacar impresiones de las chicas era lo suyo.
Sin más, decidió dirigirse hacia Estarossa y Elizabeth. No se la iba a dejar tan fácil.
-Hola- Dice sorprendiendo a ambos- Elizabeth, Estarossa, gusto en verlos hoy.- Extraño, simplemente extraño su forma de dirigirse a ambos.
-Wow. Hola, hermanito.- Dijo para después, despeinar un poco a su hermanito.- ¿Qué tal tu día?
-Nada en particular. ¿Y tú? ¿Elizabeth?- Preguntó con algo de interés.
-Oh, nada importante.- Elizabeth empezó a pensar que era un tipo de trampa por parte del contrario. Nada parecido a ese chico tan serio y frío.
-Bueno, sí me disculpas.- Dirigió la mirada hacia Elizabeth.- Mi hermanito y yo nos retiramos, que hoy hay cena familiar.
-¿Qué hoy que?- Dijo confundido.
-Si, hoy prepararé la cena. Que fastidio decir tremenda tontería, simplemente pediría delivery.
-Hasta luego, Elizabeth.- Zeldris le guiño el ojo, algo que Elizabeth simplemente termino sonrojada.
