BIENVENIDOS

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Estaban a unos metros de la entrada de la famosa aldea de la hoja y todos miraban confundidos a una mujer de perforación en el labio ya que está se había detenido abruptamente y había fruncido su ceño con desconcierto , se estaba preguntando mentalmente si esto era lo correcto y si esa era la mejor solución. La banda akatsuki estaba escondida en los arbustos de aquel bosque cercano a Konoha , estaban en total silencio esperando las indicaciones de su acompañante de ojos miel , recibieron un asentimiento para indicar el cambio de apariencia con un jutsu de transformación bastante simple ya que anteriormente habían acordado cambiar rasgos que podrían delatarlos como criminales en cubierto.

Una vez listos comenzaron a caminar como simples civiles con claro cansancio , debían fingir ser una familia con escasos recursos que necesitaba la ayuda de la aldea de la Hoja. Entraron tranquilamente por las puertas para esperar un interrogatorio de parte de los vigilantes de dichas puertas , logrando infiltrarse con éxito siendo escoltados por uno de ellos a través de la silenciosa aldea hasta llegar a la torre Hokage y una vez estando frente a la puerta tocaron educadamente con nerviosismo fingido para escuchar un "pase" cansado.

— Buenas noches , Hokage Sama – se inclinaba el guardia que escoltaba a la banda criminal , estaba nervioso de el posible regaño que recibiría al presentarse tan tarde

— B-buenas noches , Hokage Sama – se inclinaba la familia con educación

— Valla... ¿Saben que ya es muy tarde , cierto? – la mujer de largas coletas rubias apoyaba su puño cerrado con clara irritación  – Bien , ¿Qué ocurre? – finalmente había conectado miradas con los presentes en aquella habitación , estaba algo sorprendida al ver a una familia con muchos niños a su parecer

— Está familia vino a la villa a solicitar nuestros servicios , Hokage Sama

— Entiendo , puedes retirarte – movía su mano para indicar que su presencia ya no era necesaria en aquella habitación iluminada por un foco enmedio de la habitación. Recibió una inclinación de parte de el guardia y un "buenas noches" para después desaparecer de su vista.

La mujer de uñas carmín se había levantado de su cómoda silla para estirar su espalda adolorida debido a las largas horas sentada , el único sonido que se podía escuchar era el tacón siendo chocado con el piso de aquella mujer de fuerza descomunal ,  se había recargado en su escritorio de madera con los brazos cruzados y su mirada clavada en los ojos miel de aquella mujer de melena castaña. Había soltado un suspiro para después indicar que tomara asiento en la silla y que los infantes descansarán en uno de los sillones.

— Valla que es tarde , ¿Qué desea? – intentaba tranquilizar su irritación , estaba apunto de irse a dormir y tomar sake pero la llegada de dicha familia se lo había impedido

— Lo siento... Vengo a solicitar una misión , necesito que cuiden de mis niños – ponía su mejor cara , una de preocupación y pena por importunar, sus manos se juntaban como súplica. Había recibido un asentimiento para que continuará.

— Lo que pasa es que soy madre soltera... Y el dinero ya no nos alcanza , me ofrecieron una oportunidad de trabajo lejos de mi región pero no puedo llevarlos conmigo – contenía unas lágrimas , había sacado una bolsita marrón con una cinta violeta – lo último que me queda es para la misión , así estarán seguros y podré trabajar

— Entiendo , ¿De dónde son? – miraba atenta a cada niño , se les veía cansados y a dos de ellos les rugió el estómago. Todos eran diferentes y eso se le hizo extraño , pero no era quien para criticar.

NIÑERAS DE AKATSUKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora