Viernes, 21:53 de la noche.Ayer ganó central, salió campeón y Rosario fue un quilombo.
Anoche también dormí mal, incómodo. Hacía mucho que no la pasaba tan mal como ayer en el sillón. Me picaron los mosquitos, transpiré por el calor sofocante que hace en mi departamento cada noche y encima me acosté con hambre. Hoy me levante cansado, cansado globalmente de todo. Como si el día de hoy la fuerza de gravedad que tiene de por sí la tierra, hubiera aumentado el doble, quizás el triple. Yo sentí semejante comparación de peso sobre mí y ahora, siendo las 22:15, todavía lo sigo sintiendo. Estuve toda la semana acompañado de gente, recién hoy volvi a estar sólo. El depto y yo, yo y el depto. Blanco como hospital recién pintado, silencioso y mudo. Hasta parece más grande de lo normal. No salí en todo el día. Hace unas horas intenté estudiar pero, no pude. No hay nadie más que yo acá adentro pero igual escucho gente hablar. Por las dudas no, boludo, no tengo esquizofrenia. Es como cuando vas a la cancha y no hay nadie en todo el estadio pero, sin embargo, escuchás igual a los hinchas gritar.
"Tomo unos mates y arranco" dije, pero la situación no "funcó". Como nueva medida me tiré en la cama. "Duermo una horita y arranco" dije, pero la situación fue igual a la anterior.
Miré por la ventana-balcón el grupo de edificios que rodea la manzana, después las luces de la calle y por último un poco el cielo. "¿Cómo puede ser que estando totalmente sólo y el departamento tan quieto, no me pueda dormir?" dije, y entendí que a veces el mundo allí afuera murmura cosas cuando menos las querés escuchar. El perro que ladra, las bocinas en si bemol -reconozco de oído esa nota-, el matrimonio de al lado festejando su aniversario y los de abajo inundándome de olor a asado toda la ropa que había tendido para secarse. "¿Cómo puede ser que estando totalmente sólo y el departamento tan quieto, no me pueda dormir?" dije nuevamente... y comprendí que el que está de vigilia en realidad, soy yo por dentro, y es el mundo allá afuera quien me hace los coros.
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Vigilia.
Short Story2018 Cuando tus pensamientos, emociones, deseos, metas y recuerdos se fusionan para crear un cóctel de inestabilidad la cual no tiene más remedio que dormir, pero es justamente la actividad más difícil de realizar en ese momento.