Dormitorio

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Despierto miro a los lados, no encuentro nada; me levanto no sé que gano, me paro frente al espejo y solo observo mi desagradable cuerpo, que por más de poder ver las olas del mar en este nunca llego a estar conforme con ello; respiro y vuelvo a hacerlo hasta que se van mis impuros deseos.

Pasan minutos y solo veo el móvil, escucho las mismas canciones, pienso las mismas cosas hasta que por fin decido salir y es hora de entrar a la monotonía de cada día.

Las horas pueden hacerse cortas o largas, pero eso no importa porque no siento el tiempo, así que después de un día cansado y frustrante nada nuevo a decir verdad vuelvo al mismo lugar donde puedo olvidar todo un rato y soñar una mejor vida, mi dormitorio.

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