Relato de una pasión.

Frustración

Nada está saliendo como lo esperaba.

Acostumbrarse a la inseguridad y al machismo que hay en Colombia me ha vuelto a costar desde que llegue de hacer mis estudios en Europa, no he logrado conseguir, ni producir algún tipo de ingresos, me miro al espejo y siento que no merezco nada bueno.

Así que esta soy yo, una chica ordinaria de 23 años, con un autoestima por el piso, intentando rehacer su vida, volví porque mi madre murió hace algunos días, yo no creí que su enfermedad la fuera a consumir tan pronto, así que pospuse el viaje, mi intención era no volver, pero el último mensaje que me envió, decía que mi padre tenía una nueva novia y que no quería que toda su vida de trabajo se perdiera en alguna de las amantes de mi padre, no tenía intenciones de volver, mi vida estaba en Europa, sin embargo mi madre se me aparecía en sueños.

Intentando deshacerme de mis responsabilidades con las propiedades, delegue la función en la inmobiliaria del hermano de mi mejor amiga, mi familia son solo mujeres, mis tías me necesitaban incluso mi abuela quedo devastada con la noticia, era mi madre el centro, la cabeza mayor, la mamá y la abuela de toda la familia.

Esperar me pone de mal humor y que mejor que jugar con tinder para pasar el tiempo en el aeropuerto, mientras esperaba mi vuelo a casa, no quería pasar la noche en un hotel, así que decidí pasar la noche en el aeropuerto comencé a deslizar, luego de descartar todas las posibilidades, apareció un tipo pelirrojo, con una barba muy cuidada, su apariencia me gustaba, ¡Hicimos MACH! Pero me sorprendió la seguridad de sus mensajes.

No eres española, pero vives al sur, bonitos ojos; ¿de qué lugar de Latino américa eres?

Quede sorprendida y le respondí a sus mensajes, hablamos de acentos, de Londres ya que vivía allí, pero estaba visitando a sus padres, él tenía ganas de follar, me insistió para vernos, te enviare un taxi, no puedo recogerte porque hay demasiado tráfico, escribió. le respondí que podía llegar al centro, así que quedamos para desayunar, mi viaje era en la madrugada y faltaban muchas horas.

Llegue al café y allí estabas con tu laptop sobre la mesa, me quede viéndote, buscando rastro de maldad, luego me viste y sonreíste.

-Hola guapa mujer de Tinder- dijiste

-Hola Toño, ¿Cómo estás?, lamento el retraso tuve que dejar mi maleta en la casa de una amiga

-No pasa nada, ¿tu maleta? ¿Te vas? Preguntaste

-Regreso a Casa por una temporada , pero cuéntame de ti, a que te dedicas en Londres.

-Trabajo en una casa de reposo, y me da tiempo para terminar el máster en economía y dictar algunas clases de Español en las noches.

Al fondo una voz femenina- ¿que queréis que os ponga?-

-Café para mí, por favor.

-yo quiero un Zumo de Naranja, sonreí amable.

Para resumir el desayuno fue cálido, me mostraste fotos de cuando eres adolescente, me sorprendió bastante tu aparecía, acné y sobrepeso, además de tu problema con la epilepsia, el hombre que estaba viendo era el resultado de disciplina y amor propio.

Al final no te conté mucho de mí, tampoco es que lo hubiera, cuando llegamos al momento de hablar de nuestras vidas sentimentales, tu hablaste de muchas, mientras apenas yo intentaba evadir el tema.

-Estoy un poco agotado, te gustaría ir a al piso de mis padres.

- ¡No!, Gracias respondí indignada, qué pensarían ellos de mí pensé.

-Parecía que hubieras leído mi mente, están fuera de la ciudad, vine de sorpresa y ellos se fueron a un crucero.

-Me indigné aún más, a pesar de saber cuál era el objetivo de la página, aunque el mío era solo poner a divagar mi mente, no quería pensar en la pésima hija que fui; mientras guardaba silencio logre  balbucear.