Solución

296 2 0
                                    

Tome mi bolso mientras él se iba a bañar, me pidió que me quedará pero no tengo ganas, debo ponerle cara a mi familia y no quiero que el sepa más de mí.
En el metro llamé a Débora.
-¿Está línea debería estar fuera de servicio?, ¿Por qué coño no pasaste por tu maleta? ¿Dónde estás ?
No podía decir nada tenía un gran nudo en la garganta, solo respondí.
-¿ puedo ir a tu piso?
-si, ¿Estás bien?, ¿Qué paso?
- Estoy bien amiga, cuando llegue te cuento.
Baje de la estación, subí por las escaleras y camine un poco, antes de tocar la puerta se abrió, y se abalanzó a abrazarme.
- estaba muy preocupada tú papá me ha llamado, tu vuelo llegó a Colombia pero tú no, llama a casa están muy asustados.
- lo lamentó, no quería volar, me estoy saboteado, es difícil ponerle cara a todo esto que está pasando.
-Dile a tu papá que estás bien, dile que el carro que rentaste para volver a Madrid  se averió de camino y perdiste tú teléfono mientras hacías el papeleo y luego me cuentas la verdad.
- baje la mirada me sentía como una cualquiera y le repetí lo que Débora me dijo.
El sonó aliviado y dijo
-okey, probablemente no esté si regreses en el transcurso de este mes, iré a visitar la familia de Fanny.
- ¿Quién es Fanny?
-te lo quería decir personalmente, pero al ver que quieres seguir al margen solo te diré que es mi esposa, tú mamá y yo, solo tenía una sociedad económica.
-¿Cómo? Pero...
-me cortó de inmediato y se despidió.
Ahora debía buscar un vuelo para no volver, salí huyendo de la casa de  un hombre para volver a la casa donde también salí huyendo.
Mientras Débora se acercaba con tostadas, papás alioli y algunos calamares
-¿Quiero saber qué pasó?
-me fui a dormir con un hombre y el tiempo pasó, mientras me sentía muy mal y bajaban las lágrimas por mi rostro.
Débora no pudo contenerse y estalló de risa.
-no puede ser, tú la señorita ética, Ostia pues será el polvo más caro que te habéis pegado.
-en realidad es el primero.
-no os preocupéis, buscaremos otro, no pasa nada, ve a bañarte y revisaremos vuelos.
Cuando salí Débora colgó el celular, mientras me ponía el pijama, encendimos la computadora para ver tiquetes en los próximas horas, pero estaban costosos, hasta que vi uno en dos días, saqué mi tarjeta y lo pague, alguien golpeó la puerta y mi amiga me sonrió pícara, me dirigí abrir, y hay estaba él, me puse muy roja.
-deberias despediros cuando os marcheis.
-lo...lo lamentó, pero no se supone que cuando alguien se marcha es porque no quiere hablar.
- tal vez si, pero mis amantes se van exhaustas.
-¿En qué te puedo ayudar?  Dije molesta.
- Quiero saber si necesitas ayuda, además traje la pastilla del día después, no quiero que un día un muchacho toque mi puerta y venga a pedir dinero.
- eres el tipo más egocéntrico que he conocido, nunca enviaría a mi hijo a pedirle dinero a un pobre desgraciado, que tiene dinero porque nadie quiere amarle el ego que le cuelgan de las bolas dije ofendida, lamentó si lo incomode señor, ahora debo irme mientras cerré la puerta.
Débora me vio con mirada inquisidora.
-Coño recibele la pastilla, mientras tomo su bolso, debo ir a trabajar kat, escríbeme si pasa algo dijo mientras le abría la puerta, Toño adoro a esta mujer así que por favor ten cuidado, es oro puro dijo con cara sería.
- Débora pues las cosas que salen de su boca no son las más tiernas, le daré la pastilla y le daré algo de comer mientras le hace efecto, ¿Sabes si compro su vuelo?
-Si pero se ha quedado sin dinero, y ya sabéis qué ha dejado su vida aquí ¿Verdad?
- si lo sé.
- Me encanta volver a verte Débora, a mí hermano le haría bien saber de ti.
Hablaban cómo su se conocieran de antes y yo fuera una niña pequeña.
Me fui a la sala, debía terminar de revisar los trabajos de mis alumnos, los más juiciosos querían una retroalimentación.
Prendí el computador, y el se fue a la cocina, luego el volvió con un té y una colcha, el sabía cómo sensibilizarme.

-lamento mi comportamiento soy un gillipollas.
- en mi país te dirían un hijo de puta.
-soy todo lo que quieras,mientras se acomodaba en el sofá junto a mí.
-No pasa nada, estoy un poco lastimada... Pero.
- la primera vez duele mucho, y tú te emocionaste.
- Ya ya ... Mientras voltie mis ojos y me alejé.
-eres un poco salvaje, mientras se acercaba a mí, sabes que te he domado.
-¿Me estás asociando con una potra salvaje?
El empezó a reirse, mientras se acercaba más a mí y posó sus labios sobre mi boca, fui muy suave, fraterno, jugueteo con su nariz y con su barba me hizo cosquillas en el cuello.
- ¿Si quieres follar solo debes decirlo?
-No soy un animal, me siento culpable y quiero animarte un poco.
Mientras volvía a besarme, era muy raro, sentía como si me protegiera, mientras yo acariciaba su barba, luego me aparte de él, le miré a los ojos
-quiero dormir, luego tomo la cobija y mi cintura para recostarme  en el sofá.
Luego sentí su voz susurrando mi nombre, iré por algo de comer.
-No te vallas, este sueño va a acabar y quiero disfrutarlo mientras dure,dije entre dormida.
- toma la pasta por lo menos, tienes muchas responsabilidades y un hijo contigo sería lindo, a mí se me está pasando el tiempo, pero tú serás muy feliz mientras acariciaba mi cabello.
Me senté, recibí la pastilla con el vaso de agua.
- ya está, volveré a dormir.
-Me encantaría ser padre, aunque a veces tengo un poco de miedo, de ser cómo mi padre y mi hermano, lo bueno es que ya te irás y no te involucraras con un tío cómo yo.

Relato de una pasión.Where stories live. Discover now