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Era un día cálido; un día perfecto para no hacer nada o al menos eso pensaba hasta que Jennie empezó a hablarme.

-___, vamos de compras ¿si? Es un día perfecto. El cielo está despejado y el sol está en el punto más alto. - se asoma por la ventana-

- No tengo ganas de ir. Prefiero quedarme aqui y, descansar.

- Como que descansar no seas floja. Mejor vamos. - Toma mi brazo y empieza a jalarme -

- Dije que no; mi armario está a punto de explotar, para que más ropa.

- Solo ve a acompañarme, si! - hizo un puchero.

Sonreí, Esta chica si que sabe cual es mi Punto débil.

- Está bien, vamos.

- Yei!.

Empezó a dar brinquitos por todo el departamento, mientras tanto yo llamaba un taxi.

Subimos a este, le dimos la dirección del lugar al que queríamos ir; el centro comercial. El auto comenzó a andar. Había demasiado transito, llegaríamos para la cena. No era normal tanto transito y más por este lugar.

Llegamos un poco tarde a lo que teníamos previsto, entramos al enorme local.

- ¿Y bien? ¿Cuál es la tienda a la que entraremos primero?.

- ___, Tengo una en específico.

Tomo mi mano y me llevo a la dichosa tienda en la que se compraría más de un conjunto, y luego estaría pidiéndome dinero porque no le alcanza para el almuerzo de la universidad.

Me quedé observando la ropa; vaya es muy bonita toda esta ropa. Me llamo la atención un vestido que estaba en uno de los maniquíes; la parte de arriba era rosa claro; en la pared de las mangas y el cuello contenía encaje floral; y la falta era de color negro con rosas de color rosa y sus hermosas hojas verdes. Me quedé viéndolo por un buen rato y Jennie se me acercó.

- Veo que le echaste el ojo a ese vestido.

-Mm.. a si es muy lindo, Jennie.

-Compralo.

- ¿Que? No, tengo demasiada ropa.

- Entonces yo te lo compro. Tómalo como un regalo.

- No hace falta que me lo compres, me desare de la ropa que ya no uso y compraré más.

- Tómalo, ya lo voy a ir a pagar.

Tome el vestido en mis manos y lo lleve a la caja; para que Jennie lo pagará. Estaba a punto de pagar cuando se escucharon gritos fuera de la tienda. Salimos para ver qué sucedía, tal vez solo se trataba de un robo. Mi pensamiento cambio al ver que no se trataba de un simple robo si no de canibalismo.

Me quedé quieta sin hacer ningún movimiento; solo viendo cómo las personas se comían entre ellas, eso es horrible. Que está pasando. Jennie me tomo de la mano y comenzamos a bajar las escaleras.

-Necesitamos llegar a la puerta principal y salir de aquí lo más pronto posible.

- Si, gracias Jennie.

La puerta principal estaba siendo cerrada. Corrimos hasta llegar a la puerta y la atravesamos sanas y salvas o eso crei hasta que voltee para ver cómo se encontraba Jennie; su pie lo esta sujetando una de esas cosas.

Empecé a darle patadas a esa cosa que se encontraba entre las puertas del centro comercial. Lo deje inconsciente; eso no era importante, ayude a Jennie a qué se levantará.

- Gracias, ___.

- De nada, ahora tenemos que salir de aquí.

Parece que toda la ciudad está infectada; los edificios ardían en llamas, los automóviles se encontraban destruidos, se escuchan muchos disparos y alarmas de los servicios de rescate y por último; esas cosas.

- Esas cosas se están acercando a nosotras, si no hacemos algo rápido, nos pasará lo mismo que les pasó a las personas que están dentro del centro comercial.

- Ya lo se, Jennie. Un automóvil al otro lado de la calle.

Corrimos hacia el automóvil y tratamos de abrirlo. Pero no pudimos.

- Tiene llave.

Asentí, me quite el suéter y envolví en mi codo; golpee la ventana del automóvil y está se rompió, levanté el seguro y abrí la puerta. Entre y después entro Jennie. Buscamos las llaves, pero no las encontramos.

- Las llaves no están, que vamos a hacer.

Tome los cables de corriente, que están debajo del volante, y uni el cobre; el automóvil encendió.

- Que bien, funcionó.

- Como sabías que eso funcionaría.

- Quien diría que viendo películas de acción aprendería algo.

La ciudad estaba en completa ruina, no podíamos volver a nuestro apartamento, por lo que optamos por salir de la ciudad; la ciudad más cerca es Daegu.

Justo unos 15 kilómetros antes de llegar a Daegu el coche se queda sin combustible, tuvimos que empujarlo unos metros, hasta llegar a una gasolinera.

- Yo lleno el tanque.

Dijo Jennie y yo asentí; empezó a escucharse un ruido detrás de nosotras y ambas volteamos; una de esas cosas se acercaba a nosotras, mire a los alrededores buscando algo que pudiera ser útil, tome el extintor de fuego y golpeé fuertemente su cabeza; a pesar de que ya estaba muerto seguí golpeándolo con el extintor.

- Ya deja de golpearlo ___, le rompiste el cráneo, que asco.

Jennie me quito el extintor y lo dejo en el suelo. A los pocos metros de la gasolinera, había una caseta; entramos y por alguna razón ignoramos que estaba completamente abierta. Dentro se encontraba un loker, le pedí ayuda a Jennie y lo abrimos; dentro había un rifle de caza; revisamos si tenía balas pero no, no había ninguna.

- Tuvimos un poco de suerte al encontrar este rifle.

Asentí, desvíe mi mirada a una repisa en la parte alta; se encontraba algo en ella, me pare de puntillas y lo tome; era un botiquín de primeros auxilios. Cuando lo tome otra cosa cayó, baje la mirada para saber que era; me agaché para juntarlo; era una cinta americana y a la par una caja con balas. Recogí las dos cosas.

- Que suerte la de nosotras, encontré las balas.

- Se está haciendo de noche. Hay que encontrar un lugar donde dormir.

Subimos al automóvil, y nos fuimos de esa gasolinera.







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⛓:𝐕𝐈𝐑𝐔𝐒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora