Cuando me di cuenta

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No era demasiado tarde.
Lo que tú hacías no estaba bien.
No era sano. Cada día que
pasaba contigo sentía como si
me asfixiara. Era demasiado
tóxico.

Ya no tenía vida. Lo único que hacía era estar en casa,
todos los días esperándote,
casi nunca salía, tú no me
dejabas. Ya no podía ver a
mis amigas, ya ni siquiera
asistía a la universidad.

Sólo salía si era contigo, a
veces para estar sola y reflexionar, pero casi siempre
hacías que volviera a cambiarme
la ropa porque según tú,
no era apropiada.

Con el tiempo me estaba dando
cuenta de lo que ocurría.
Ya no me sentía bien estando
contigo. Te seguía amando,
pero si seguía así me iba a
enfermar por la toxicidad del
ambiente.

Debía buscar la forma de
volver a respirar aire fresco.












ㅡ¡Dongsun! ¿Otra vez estás ebrio? ㅡexclamé al despertarme por su culpaㅡ ¿Dónde estuviste toda la noche? Estuve esperándote como una idiota.

ㅡAww, mi amorcito me ha estado esperando ㅡcomenzó a besarme.

ㅡBasta, Dongsun, déjame dormir ㅡpedí molesta, pero él seguía besándome el cuelloㅡ. Basta.

No paraba, trataba de quitarlo pero cada vez subía más de tono. No quería hacerlo, no en el estado que estaba, no así.

ㅡ¡Aléjate, te he dicho que no! ㅡexclamé empujándolo molesta. Él me miró furioso.

ㅡ¿A caso me tienes asco o qué? ㅡpreguntó casi gritandoㅡ Tienes un amante, ¿cierto?

ㅡ¿Qué estás diciendo, Dongsun? No seas idiota ㅡespeté.

ㅡ¿Tienes un amante verdad? No me mientas, Yiren. Por eso no lo quieres hacer conmigo ㅡseguía acusándome.

ㅡ¡Claro que no!

ㅡ¡Sí, tienes un amante! Quieres hacerlo con él, ¿no es así? Espera... debes tener muchos amantes, de seguro cada día que trabajo sales y te acuestas con alguien diferente, por eso no tienes ganas de hacerlo conmigo, porque eres una zorra, seguro te pagan por...

La palma de mi mano se estampó contra su mejilla, interrumpiéndolo. Estaba indignada, ¿cómo se atrevía a decirme tal cosa? ¿Cómo se atrevía a tratarme así?

ㅡ¡No permitiré que me hables así! ㅡexclamé. Él me miró con los ojos como platos. Para mi sorpresa, me devolvió la bofetada.

Llevé mis manos a mi mejilla, sintiéndola arder, mis ojos se cristalizaron. Nunca me había golpeado.

ㅡ¡Maldito! ㅡle grité sintiendo mis lágrimas salir.

ㅡAprenderás a hacer lo que yo te diga. Si quiero tener sexo contigo, lo tendré aunque no quieras, aquí mando yo ㅡdijo al tiempo que me empujaba para que volviera a acostarme y se posicionaba sobre mí.

ㅡDongsunnie... por favor ㅡrogué sin parar de llorarㅡ, por favor déjame. Prometo que mañana lo haremos, tengo sueño, por favor.

ㅡAcabas de abofetearme, ¿crees que te dejaré ir?

ㅡDongsun... terminamos ㅡespeté fríamente de la nada. Él se quedó estático.

ㅡ¿Qué? ㅡme miró incrédulo.

ㅡTerminamos. No quiero estar más contigo ㅡrepetí.

ㅡNo, no, no, no, no... no puedes, no puedes hacerme esto ㅡse incorporó y se me quedó viendo mientras se levantaba de la cama.

ㅡSí que puedo, Dongsun. Vete ㅡme senté mirándolo.

ㅡNo... no, Yiren, nosotros nos amamos, hace un año y poco más que estamos juntos ㅡmurmuró.

ㅡNo puedo vivir así, Dongsun. No me dejas salir, no puedo trabajar, no puedo ver a mis amigos... eres demasiado celoso y te inventas cualquier cosa diciendo que tengo amantes. Vivo prácticamente encerrada en este departamento. Cuando se supone que vuelves del trabajo, debo estar esperándote y al final llegas más tarde y ebrio, pretendiendo que tenga sexo contigo. Acabas de llamarme zorra y me dices que me obligarás a hacer lo que tú quieres... me abofeteaste, y yo sólo lo hice porque me estabas insultando. Llevas comportándote así hace bastante tiempo. Ya no lo soporto. Quiero largarme de aquí ㅡsolté derramando más lágrimas, aunque manteniendo mi postura fría.

Él se me quedó viendo sorprendido, noté como sus ojos se cristalizaban.

ㅡPerdóname, por favor, Yiren. Lo siento, mi amor, ya no lo volveré a hacer ㅡbalbuceó.

ㅡEso llevas diciendo cada vez que me tratas mal... ¿a caso algo a cambiado? No volveré a caer, Dongsun. Lo lamento... pero no caeré.

ㅡYiren, yo te amo, por favor, no me dejes, no lo hagas, por favor.

ㅡBasta ㅡcerré los ojos con fuerza, para no suavizarme ante su mirada y sus palabrasㅡ. Mañana mismo me iré.



[...]


Al otro día hice mis maletas mientras aguantaba que Dongsun me estuviera siguiendo por todo el departamento, pidiéndome perdón y rogándome que no lo deje. A veces quería ceder y que viviéramos felices. Pero sabía que no iba a pasar.

ㅡNo encontrarás a alguien mejor que yo, Yiren ㅡespetó frío antes de que me fuera.

Por suerte una amiga me dejó quedarme en su casa hasta que consiguiera departamento. Era Sihyeon, ella me ayudaría a recuperar mi trabajo porque le conté la razón por la cuál había renunciado y me comprendió. Ella había vivido algo parecido, pero no tanto así como para abandonar su socialidad.

Dongsun estuvo llamándome varias semanas, pero claramente no le atendí. No dañas a la persona que amas.

Luego de un mes ya estaba en mi nuevo departamento, con mi trabajo en la cafetería y asistiendo otra vez a la universidad. Mi vida social había vuelto a ser igual e incluso mejor, y me sentía bien así.

Obviamente lo extrañaba, extrañaba cuando era bueno y lindo conmigo. Extrañaba su lado tierno. Lo seguía amando, pero podría superarlo.

Estaba agradecida de volver a la normalidad.












Goodbye || YirenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora