六|Tarde Juntos

351 25 9
                                    

Disclaimer: Recomiendo leer todo el libro de nuevo (que no es mucho, por cierto) ya que está editado y tiene muchos cambios significativos, después de eso puedes volver aquí.

[T/N]-san—Alguien me movió despertándome—¿Estás muerta?—Abrí un poco mis ojos para encontrar a unos lindos ojos grises observándome.

No, pero casi—Contesto intentando sentarme—¿Qué hora es, Atsuya?—Pregunté fregando mis ojitos y estirándome un poco.

Temprano, muévete niña; si no tomas tus medicinas tendremos una jugadora menos—Me dijo el menor de los Fubuki suspirando—Te necesitamos—murmuró.

¿Acabas de admitirlo?—Le pregunté burlona, él iba a protestar pero su hermano lo interrumpió.

Yo también lo escuché, no lo niegues—Solté una risilla—[T/N]-san—Me llamó y me pasó una píldora y un vaso con agua—¿Dormiste bien?

—Creo que le faltaron tus brazos para dormir cómoda—Se burló Atsuya, Someoka soltó una sonora carcajada, últimamente estaba menos amargado, creo que finalmente cedió a nuestro humor, Shirō y yo nos limitamos a observarnos mutuamente sonrojados.

Tonto ¿Lo olvidarás algún día?—Tomé la píldora y luego bostecé—¿Ya hay energía?

Si, hace tiempo en realidad—Me respondió Someoka—Ve a bañarte, te esperaremos para desayunar.

Obedecí aún bastante somnolienta, algo de agua en la cara no me vendría mal, aunque ya me sentía bastante mejor, tomaría este día para descansar y retomar mañana las clases y los entrenamientos con la mejor actitud.

Después de bañarme, bajé las escaleras donde los tres chicos me esperaban sentados, Hanako-san nos sirvió la comida y se dispuso a desayunar con nosotros.

Ya la tormenta pasó, hay mucha nieve allá afuera, las barredoras ya pasaron por aquí—Nos informó la dulce anciana.

Muchas gracias por dejarnos quedar, Hanako-san—Shirō le sonrió—La comida está deliciosa.

Así es, estos dos son muy afortunados de tenerla—Dijo Atsuya sonriente, si Hanako-san lo permite, los traeré a casa más seguido si es que tanto les gusta.

Muchas gracias jóvenes Fubuki, pueden venir cuando gusten—Nos miró a Someoka y a mi—Yo también soy muy afortunada de tenerlos, han sido una gran compañía desde que llegaron—Someoka y yo nos sonrojamos levemente.

Pasó un rato más en la que los cinco conversábamos vigorosamente, los hermanos se fueron un rato después, nosotros nos quedamos viendo las noticias y disfrutando de esos programas de concursos que suelen pasar para ver en familia.

En la tardé recibí un mensaje de texto de parte de Kidō, informándome que Kidokawa Seishuu había sido vencido por el nuevo Raimon.

Esto me había sorprendido genuinamente, después de haber visto como la Seishō Gakkuen los había destrozado, pero eso era lo que tenía el espíritu del Raimon, se adapta a sus rivales y va evolucionado.

[...]

El día siguiente llegó, ya me sentía 100% recuperada y tenía muchas ideas para los entrenamientos, el partido era en dos días y debíamos estar completamente preparados, no importaba si íbamos líderes de grupo, había que dar todo de nosotros, de eso se trataba el comité.

Someoka y yo salimos de casa, había aprendido mi lección y cargaba la bufanda en mi mochila, para usarla fuera del instituto como él me había recomendado.

Snowflakes➳Fubuki ShirōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora