.Y pude sentir mi cuerpo, empotrado y abandonado, sin ninguna causa, en aquella cama. Aquella y oscura cama que despertó alguna que otra tortura perversa. Víctima del desdén de mi vida, de la hipocresía del vivir. De las duras y largas noches que pasé de mi vida atormentando a mi conciencia, encadenándome al pasado. Mi nombre es Mia y rondo sobre los 19 años, mis padres murieron en un grave accidente de coche, y ahora...bueno, ahora sólo intento construir una dulce y amarga vida, diseñada para mi. ¿Te atreverás a seguir leyendo...?