Sweetness | Norenmin

Confession

Renjun se encontraba en su habitación indeciso, hace ya bastante cargaba con el peso de un amor unilateral y es que como no iba a enamorarse de Jeno, si es la persona más bella que sus ojos han visto.

Al principio pensó que solo era admiración, Jeno era un gran deportista, era amable, tan atentó y deseado por muchos. Cuando se encontró así mismo pensando en él más de lo normalmente debido se aterró, intentó de mil maneras sacar a Jeno de su mente pero ya era tarde, él se había adueñado de una parte de su corazón.

No es como si Renjun siempre hubiera sido de esta manera, nunca le había pasado con nadie, jamás se había sentido atraído por otra persona, pero de un día para otro se encontró a si mismo soltando suspiros al aire a causa de su amigo.

—Debería liberarme de este sentimiento— hablo para si mismo.

Lo había debatido mil veces en su cabeza, confrontar a Jeno y sacarse ese sentimiento de raíz. Más que temerle al rechazo temía a ahogarse en sus propios sentimientos y seguir viviendo como una persona melancólica.

—Tienes que hacerte responsable de lo que me has causado Lee Jeno— tomó la su teléfono decidido y marcó a él número del causante de su tormento.

—Aló— después del quinto tono Jeno había contestado.

—Jeno podrías venir a mi casa— Renjun dudo un poco— tengo algo importante que hablar contigo.

—si claro enseguida voy—Jeno soñaba preocupado— ¿sucede algo?— preguntó.

—Solo ven antes de que me arrepienta— Renjun trato de sonar casual— no te preocupes solo es algo que debo decirte en persona.

Jeno acordó estar en menos de 20 minutos y así fue, en el tiempo prometido había llegado. En casa de Renjun casi nunca estaban sus padres, estos trabajaban todo el día, por lo tanto la mayoría del tiempo estaba sólo.

Sin decir mucho Renjun le pidió a Jeno que lo acompañara su habitación. El menor de los dos había notado como su amigo parecía estar inquieto, desde el momento que había recibido la llamada pudo notar cómo Renjun no estaba actuando con naturalidad.

—Jeno podrías tomar siento por favor— Renjun estaba más serio que de costumbre.

Jeno obedeció sin apartar la vista de su amigo, tomando asiento en la cama de esté —¿qué sucede? me estás asustando— dijo mientras evaluaba el comportamiento de Renjun.

—Sólo quiero decirte algo y no sé cómo puedas tomarlo— hizo contacto visual con Jeno unos segundos pero se sintió avergonzado y tuvo que correr la mirada.

—Solo dime— trato de no ser tan demandante con Renjun que ahora parecía asustado—¿qué tan malo puede ser lo que quieras decirme?

—Está bien lo diré— respiró profundo y luego lo soltó— Jeno tú me gustas— ahora si quería que la tierra se lo tragara.

Jeno había quedado sin palabras, no estaba para nada preparado para esa clase de confesión viniendo de Renjun. No podía negarlo su amigo era jodidamente atractivo, siempre le pareció la persona más tierna del mundo, pero jamás se imaginó que alguien cómo Renjun terminara enamorándose de el.

— Está bien si no quieres hablar— Renjun no podía mirarlo a los ojos— Solo quería sacarme este sentimiento de alguna manera, no tienes porqué sentir lástima de mí— Decía mientras estaba apunto de llorar.

—Yo sólo— Jeno apenas y podía formular palabras— no sé qué pensar nunca diste señales de sentir algo por mi.

—lo sé, y también se que debes estar sorprendido, pero las cosas sucedieron así y no podía seguir lidiando sólo con esto— Renjun tomó asiento al lado de Jeno aún sin mirarlo.