Anillos de Papel

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Odio los accidentes, excepto cuando pasamos de amigos a esto.

Taylor Swift, Paper Rings

***

Las noches como aquella producían una sensación extraña en las mejillas de Takanori.

La luna, alta y brillante, bailaba a través de la ventana de su habitación mientras él trataba de entrar en ella casi a hurtadillas. Llevaba el rostro sonrosado y un dolor comenzando a martillar en su castaña cabeza. Sintiendo que avanzaba sin despegar los pies del suelo, llegó hasta la cama. Se sentó sobre ella, siendo consciente de que en cualquier momento el abrazo del agotamiento se lanzaría sobre él y lo apresaría entre las sábanas.

Bostezó y miró al reloj colocado sobre su mesita de noche. Eran 1:47am, lo que lo dejaba justamente con 4 horas y 13 minutos para dormir. Una hora más que la noche anterior.

Suspiró cansinamente y echó la espalda al colchón. No se había molestado en ponerse el pijama, ni siquiera entró a las cobijas. El agotamiento era tal que quería dormir durante dos días seguidos sin ser molestado por nadie más.

Lentamente se dejaba abrazar por los brazos de Morfeo, cuando un sonido extraño le hizo abrir los ojos. Una respiración pesada, gruesa y molesta.

Takanori se sentó sobre el colchón y con los ojos entrecerrados volteó la mirada hacia su lado derecho. Ahí observó a Akira, su pareja, durmiendo plácidamente: tenía la mejilla aplastada contra la almohada y la boca abierta con pequeños rastros de saliva escurriendo.

El chico suspiró con exasperación y se levantó de la cama. Buscó entre la oscuridad su pijama y cambió su ropa con pesadez. Caminó de vuelta a la cama, un poco más dormido y malhumorado que despierto.

Sus pies descalzos chocaron con algo que casi lo hizo caer.

Bajó la cabeza y observó por un breve momento a la pila de libros que estaba acomodada al lado de la cama. Takanori le había pedido en muchas ocasiones a Akira que los levantará y buscará un pequeño librero donde guardarlos. Para Takanori era casi un crimen que los libros se maltratarán de esa manera. Akira siempre prometía que compraría un librero, pero nunca lo hacía, sino que compraba más libros y construía más torres alrededor de la cama.

Probablemente en la mañana le recriminaría a Akira por el golpe que se había llevado al chocar contra una de sus torres. Mientras, trato de olvidarlo para poder descansar un poco esa noche.

Takanori levantó las cobijas y se metió a la cama junto con Akira. Se recostó sobre su hombro y permaneció con los ojos abiertos observando la ventana de la pequeña habitación, acostumbrándose poco a poco al sonido de los ronquidos de su pareja.

Al siguiente día tenía la entrega del proyecto final del semestre. Había trabajado muy duro en él, así que estaba seguro que le iría bien.

Takanori asistía a la universidad durante las mañanas. Inmediatamente después de la escuela se dirigía a su trabajo de medio tiempo en un restaurante de comida rápida, donde era mesero. El dinero que juntaba en el trabajo lo utilizaba para pagar parte de su colegiatura y algunos gastos del apartamento. El resto de los gastos corrían por parte de Akira, que trabajaba en una tienda de ropa al centro de la ciudad.

Ellos tenían ya tres años como novios y compartían aquel apartamento desde hace casi ocho meses, que para entonces se le antojaban ocho años.

Takanori ni siquiera sabía cómo se había dejado convencer por Akira en vivir juntos. Recordaba que una noche mientras veían una película en su casa, Akira mencionó que "no podía esperar el vivir con Takanori y poder pasar largas noches juntos sin dormir". Meses después, ambos buscaban un pequeño apartamento donde rentar.

Anillos de Papel | ReitukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora