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Suelto una queja cuando pasó uno de sus brazos por mis hombros, parece que cargo un gran costal de cemento.

¿Cómo es posible que estás cosas me pasen a mí? Cuando era niña normalmente me mantenía alejada de las personas precisamente por este tipo de cosas.

Arrugó mi frente por el esfuerzo y mis pies flaquean ¿En que momento pensé que cargarlo era una buena idea? Mi fuerza física es escasa así que es en lo menos que confío.

Deberías ver mis brazos, parecen palillos.

Poco a poco seguimos caminando. en ocasiones él lo intentaba pero le resultaba imposible, así que me las tuve que arreglar sola.

Me preguntaba cada microsegundos que le habrá pasado ¿Lo asaltaron? ¿Una venganza? ¿Es un criminal? Por mi mente pasaron un montón de posibilidades pero estas solo serían confirmadas si este hombre vive.

Después de un largo camino (así lo sentí) Una ola de alivio me invade cuando logró visualizar mi casa, vivimos en un pequeño pueblo alejado de la sociedad, así que la mayoría de nuestros vecinos se van de vacaciones a la ciudad.

Si, así es. No tengo vecinos chismosos por ahora.

Cuando llegó a la entrada toco desesperada la puerta, no paró hasta que escucho los pasos al otro lado.

Nixie me recibe con una expresión de frustración, pero esta cambia radicalmente cuando me ve.

O corrección cuando nos ve.

Sus ojos se abren de par en par al igual que su boca entrando en una especie de shock.

—Llama a mamá ¡Rápido! —Digo mientras ingresamos a la casa.

Sale de su trance de golpe y rápidamente corre a hacer lo que le pedí

Yo me dedico a recostarlo en el sofá con sumo cuidado para evitar lastimarlo más de la cuenta.

El sigue soltando varios quejidos y su respiración está igual de acelerada que hace unos momentos.

Ahora gracias a la claridad puedo verlo mejor.

Algunos mechones de su cabello se pegan en su frente debido al sudor, está muy pálido al igual que sus labios. Tiene unos pequeños raspones en su cara

Siento como alguien se acerca

—A-Astrid, ¿Qué sucedió? ¿Q-Quién es el?

Mi madre ve horrorizada la escena
Por el tono de su voz se que estaba a punto de enloquecer, y claro era comprensible. No todos los días te enredabas en este tipo de situaciones.

—Te lo explicaré todo, Pero por favor ¡llama a una ambulancia! —Le suplico mientras intento hacer presión en la herida.

Desconcertada ella se va en busca de un teléfono.

Nixie se posiciona a mi lado observando con preocupación al afectado.

Siempre suele mostrarse como la niña de piedra, pero en realidad es muy sensible y más aún cuando de sufrimiento ajeno se trata.

—Estará bien.—susurro intentando tranquilizarla.

No me responde nada, solo sigue ahí mismo observando con determinación al chico.

Y de pronto una pequeña lágrima se desliza por su mejilla, sin embargo no dura mucho ya que se la limpia casi de inmediato.

No me gusta verla de esa manera, es cierto hace rato casi me explotaban las neuronas por su culpa, pero sigue siendo mi hermana.

Tu Persona EspecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora