VOY A MORIR!
pensé mientras el hombre golpeaba la puerta de baño.
¡clic!
Volví a ver al chico de la ventana,
Jimin, supongo.-Estoy aquí para salvarte.
la puerta estaba a punto de romperse. Me arriesgué y tomé la mano de Aquel, ya no tan extraño, jimin.
Me ayudo a salir por la ventana y llegamos a la azotea.