Encerrados en el cubículo del baño trataban de ser silenciosos. Lo mantenía preso contra la pared, en tanto que las manos trabajaban en su entrepierna y la lengua lamia su cuello.
Ho Seok no lo soportaría mucho tiempo más. Ansiaba que lo penetrara. Pero de momento el menor controlaba la situación.
Intuyendo que el otro estaba al límite le bajó los pantalones y lo dio vuelta de modo que su rostro ahora se encontraba apretujado contra los azulejos, mientras liberaba su pene erecto. A punto de concretar la hazaña, fue abruptamente detenido.
— ¿Qué mierda crees que haces?—
—Penetrarte. Es lo que querías ¿no?—
— ¡Ponte un maldito preservativo!—
—Solo por esta vez...—intentó negociar forcejeando.
Ho Seok bloqueó su entrada con la mano, impidiendo todo avance.
—Te pones un jodido preservativo o aquí no entras—
Exasperado sacó de su bolsillo trasero un preservativo y se lo colocó tal como le fue demandado. Volvieron al punto en dónde habían quedado y de una vigorosa estocada entró en él sin medir sus fuerzas. Se estaba cobrando lo de hace un momento.
Sus movimientos eran frenéticos y rápidos. Tenían poco tiempo. En unos siete minutos logró hacer acabar a Ho Seok y a él le tomó un minutos más.
Sin esperar a recuperarse de la agitación, se limpiaron y se acomodaron la ropa.
—No deberíamos volver a hacer esto—
A pesar de ese claro conocimiento del deber, su declaración no fue más que una vaga sugerencia.
— ¿Por qué? ¿No la pasas bien?— preguntó el menor.
Ho Seok salió de los baños dejando al otro riendo por lo dicho. Cruzó el campus buscando a su amigo. Solo les restaban diez minutos del receso y seguramente lo habría estado buscando. Se encontraba en una de las mesas al aire libre de la cafetería.
—Trajiste comida— le llamó la atención — Y mucha. —
— ¡Ho Seok! No respondiste mis mensajes así que me quedé aquí a esperarte, supuse que en algún momento me buscarías. Ah esto... Es que cocine para mi novio— terminó la explicación avergonzado.
—Awwww que tierno eres. ¿Cuándo cocinaras para mí?—
—El otro día te hice un sándwich— le recordó— Por cierto ¿lo has visto?—
—No, no lo he visto. Y me refería a algo elaborado— le recriminó
Ho Seok solo había llevado una fruta, así que Kook se apiadó de él y le compartió un poco de su comida casera, manteniendo fuera de su alcance la porción que era para su novio.
Su celular sonó anunciando un mensaje, pero al ver el remitente lo ignoró.
Concentrados en la comida no notaron la presencia de otra persona que se les acercaba. Éste irrumpió en la charla de los amigos abrazando a Kook, dándole un beso en la boca.
—Perdón la demora— se sentó a su lado.
—Tae esto es para ti— lo saludó al momento que le entregaba lo que le había preparado.
— ¿Casero? ¡Oh, mi preferido!— se alegró estrechándolo entre sus brazos llenándolo de besos. — Disculpa mi descortesía Ho Seok— le saludó al rato.