Silver & Gold

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-¿A dónde me llevas? - preguntó desesperada, pero sin gritar por miedo a lo que le pudiera hacer.

Silencio.

Esa fue su respuesta, no tardaron mucho en llegar al estacionamiento del bar, donde Harley escuchó como el sujeto abrió una puerta que dedujo no era la de la puerta, instantes después la luz la cegó, le había quitado la venda de los ojos.

Miró a su alrededor cuando recobro la visión y no había nadie, nadie que la ayudará, volteó a la izquierda y ahí estaba su captor mirándola con desesperación y con un arma en la mano, que cuando la vio hizo que retrocediera, pero él la tomo del brazo con fuerza.

- Escuchame bien, no quiero hacerte daño. Por lo tanto, no hagas ni un solo ruido y obedeceme, asi no saldras lastimada.

Harley se quedó en silencio, por el miedo y por qué estaba analizandolo y noto que estaba nervioso, nunca había secuestrado a nadie, pero traía un arma y eso sí le causaba miedo a Harley.

-¿¡Entendiste!? -le volvió a preguntar pero ahora apuntandole con la pistola en la cabeza.

-s...si - dijo para después hacer lo que le indico.

Ya en la cajuela por el peso del alcohol en su cuerpo, no tardó en caer dormida, olvidándose de lo que la rodeaba. Del secuestrador, su madre y todos sus agobios.

Despertó con cruda, pero ya consciente de todo, aún estaba en la cajuela obscura, con las manos aun atadas, el carro seguía en marcha, trato de incorporarse pero solo recibió un golpe de su cabeza contra la cajuela.

No se podía quedar ahí, el captor traía música alta, así que empezó a buscar desesperadamente una salida, la cajuela para su favor era espaciosa pero no lo suficiente como para que ella pudiera incorporase, haci que se puso manos a la obra y buscó por cada centímetro del lugar hasta encontrar algo que la ayudara a salir de ese lugar tan horrible, para su suerte había un cuchillo de caza en una esquina tapado por mantas y una llanta de repuesto, a duras penas se soltó del agarre de las esposas, su padre había sido policía antes de que le heredaran la compañía y le había enseñado a salir de las esposas y a disparar, nunca creyó que eso le serviría de algo en la vida, pero al parecer si, se puso el cuchillo en una parte del vestido que traía roto y podía usarse como bolsillo, ya solo era hora de esperar el momento indicado. Se puso las esposas nuevamente y se quedo el resto del camino pensando en todas las maniobras de autodefensa que su padre le había enseñado.

La puerta de la cajuela no tardo mucho en volverse abrir, el chico, ahora con la camisa desabotonada y el pelo revuelto la saco de la cajuela con torpeza. Enfrente de ellos se posaba una gran obra de arte arquitectonica. El hotel mas prestigioso de Portland, Oregon, el Silver&Gold. Las imágenes que había visto no le hacían honor a este hotel, era hermoso. desde el jardín de cetos que te llevaba a la entrada hasta las mismísimas puertas de cristal con decoraciones doradas. Lamentablemente para Harley no estaba en la situación en la que le hubiera gustado verlo. El chico desconocido la llevaba por la lateral izquierda del hotel hasta una puerta de metal oxidada, todo lo contrario al hotel que acababa de ver. Entraron y Harley pudo vislumbrar que el pasillo del lado derecho tenia vidrio espía, podían ver hacia dentro del hermoso edificio, pero para los del hotel solo era una superficie mas donde verse a si mismo. Harley aprovecho esa oportunidad e intento estudiar lo mas posible el hotel por dentro. Era hermoso, eso no lo podia negar, las paredes eran lisas , las columnas muy modernas pero con diseños del siglo XV, el perfecto equilibrio entre lo moderno y lo hermoso de lo antiguo. En las paredes que no tenían puertas, había copias de las pinturas mas famosas del renacimiento. Pero solo había una salida, las grandes escaleras que dirigían al segundo piso y al mismo tiempo, el único ascensor a la vista de Harley.

mi dulce peonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora