México no podía creer lo que sus ojos veían.
Su padre, su propio padre, comiéndose la boca a besos con el chico que le gustaba. Con su hermano.
México ya lo sabía. España no era un novio fiel. Tuvo tantas parejas en el pasado que ni siquiera le extrañaba que engañase a su actual novio.
Lo que le extrañaba era ver como USA correspondía cada uno de los besos que le daba su padre. Por mucho que no se hablarán nunca, era raro.
La relación de UK y España no era la mejor, claro, pero México jamás podría haber esperado aquello.
¿Acaso habían peleado? ¿Tal vez era el calor del alcohol que en la fiesta del gringo había afectado de más a su padre? Si UK les viera se enfadaría mucho por esa traición, seguramente. Pero UK no estaba en esa fiesta, así que era su misión enojarse.
Se acercó a aquellos dos con ira, con los puños tan apretados que le dolían y empujó al angloparlante lejos de los brazos del mayor.
— What the heck are you doing?!
No le hizo caso a sus quejas y agarró el brazo del bicolor, que lo miraba como si fuera a arrancarle los ojos.
— Tenemos que hablar.
— Claro que tenemos. ¿A qué viene esto?
— No delante del gringo.
El bicolor soltó un suspiro molesto y se despidió de la potencia lanzando un beso coqueto al aire revolviendo el estómago de México. Antes de decir alguna cursileria más se vio arrastrado fuera del lugar, donde borrachos vomitaban en las esquinas y algunos paises habían salido a fumar y despejarse.
— ¡¿Qué verga fue eso?!
— ¿Que fue qué?
— ¡No me vengas con mamadas! ¿Que no que estabas con UK? ¡¿Por qué chingados besabas a USA?! ¡¿A tú hijo?!
— Fácil. Porque quería. No te metas en mi vida, nueva es- México.
— Gracias pero no me sirve de nada que hagas el intento por corregirte si vas a ir a cogerte al pendejo que me trae loco.
— ¿No sois hermanos?
— ¡ESE NO ES EL CASO!
España rodó los ojos. El acento del chico le daba dolor de cabeza. Sacó un paquete de tabaco y se encendió un cigarro, ignorando como el más bajo seguía gritando e insultando al aire durante unos minutos más. Vio que Canadá los miraba extrañado. Frunció el ceño un momento enfadado por alguna cosa, pero luego le sonrió de manera maliciosa e incluso coqueta, guiñando un ojo. Tal vez no solo se besaría con el gringo.
— ¡¿Pero siquiera me estás escuchando, pendejo de mierda?!
— ¿Has terminado?
— ¡Vete a la verga!
El mayor sonrió, exhalando una calada de humo en la cara del tricolor.
— No te metas el mi vida. No me iba a follar al niñato. Estaba aburrido, UK no viene a estas fiestas y decidí, no sé, calentar un poco las cosas. Hacer la fiesta más divertida.
Con cada palabra se iba acercando un paso más al joven, hasta llegar a acorralarlo contra la pared. México buscaba con la mirada una manera de escapar. Sus ojos chocaron con los del de la hoja de arce, que rápidamente se dio la vuelta y entró de nuevo en la fiesta. México volvió a mirar al castellano, sintiendo su respiración demasiado cerca. Olia a alcohol. Hasta ahora no lo había notado bien, pero su padre estaba verdaderamente borracho y eso le atemorizaba.
— No sabía que te gustará tanto el capitalista como para intervenir. O tal vez sea que extrañas a papi.
El de acento castellano tomó el mentón del latino, mientras daba otra calada al tabaco y le escupia el humo en la cara. México tosio, agarrando su camisa e intentando quitárselo de encima.
— ¡¿Qué chingados te pasa viejo?! ¡Soy tu hijo, tienes novio, suéltame carajo!
La risa casi malvada del europeo le hizo cerrar los ojos, sin saber que esperar. España era verdaderamente imprevisible. Pero de repente sintió que se alejaba de su cuerpo y daba la vuelta sobre sus talones.
— Me voy a casa. Dile a USA que me llame si quiere seguir con lo de antes.
— ¡¿Y qué pasa con UK?!
— Que siga follando con Francia si quiere. Me la suda.
Frenó el seco. No esperaba que Francia y UK hubieran vuelto a verse de esa manera. ¿Por eso estaba haciendo eso? ¿Lo de USA era solo por despecho? Ese era el significado tras las miradas a Canadá, seguro. Estaba enojado con sus padres, ¿acaso pretendia cogerse al hijo en venganza?
— Tal vez- tal vez deberías hablar con él. Con UK, no con Francia.
España paro a medio camino entre el chico y su coche. Ni siquiera se dio la vuelta, pero México notó que lo estaba pensando.
— Deja de darle consejos a este viejo pellejo y ve a follarte a USA de una vez. Te lo dejo para tí. Pero más te vale ser el que la meta, yo no he criado un chupapollas.
Entró en su coche y se fue. Y México pensó seriamente en ir de nuevo con el gringo y hacer lo que le había dicho su padre. Al final solo entró a beber para olvidar aquella noche y acabó con un plan para solucionar aquello.
[...]
España entró con un grito enojado en casa de UK. Habían pasado días desde la fiesta y finalmente había decidido ir a verle, con unas copas de más que había tomado por el camino, pero con ganas de romperle la cara al baguette por haber aparcado frente a la casa de su novio. Tomó por el smoquin al primer sirviente que vio acercarse, gruñendo como un perro con rabia.
— ¿Donde coño está el puto guiri?
El sirviente -temblando como un flan- señaló un pasillo y le indicó que estaba en la sala del fondo. El bicolor fue hasta allí y de milagro no rompió la puerta del golpe que dio contra la pared. Inmediatamente se arrepintió al ver que sus sospechas no eran ciertas.
— What are you doing here, my love?
El español quedó con los ojos muy abiertos. UK y Francia estaban ambos en esa sala, sí, pero a más de dos metros el uno del otro, sentados en sofás individuales y, aparentemente, solo charlaban. Con un sonrojo que tenía por pura vergüenza, o tal vez por el alcohol; la franja amarilla de su rostro parecía roja. Caminó donde el inglés y se sentó en el reposabrazos del sofá, avergonzado por su comportamiento.
— Perdón. Yo- pensé qué...
— Tu pensais qu'on baisait, non?
UK río levemente, abrazando por la cintura al castellano y besando sus mejillas.
— Darling, I could not do that to you. I love you with all my heart, never think about that. Okay?
— Seh. Está bien. Gracias... Por no hacerme eso.
UK volvió a soltar una risilla angelical, dejando que se sentará sobre él de una manera poco formal y besando su rostro hasta cansarse.
Pasaron unas horas entre mimos. Francia enseguida se había ido, sabía bien cuando sobraba y se notaba que querían pasar tiempo a solas. Y al final el bicolor terminó por dormir en la mansión del británico, abrazado a su pecho mientras él lo miraba, agradeciéndole a México el haberle contado como España se sentía y lo que había hecho. Porque por mucho que pareciera que no sabía nada lo sabía todo gracias al latino, quien también le había convencido de cortar su relación de amantes con Francia al darse cuenta del daño que le hacía al de la península. Y ahora estaba todo solucionado. Ahora lo veía descansar entre sus brazos y se daban cuenta de la estúpidez que ambos habían cometido. Aunque también debía tener una conversación con USA por atreverse a tocarlo de maneras que jamás debería haber pensado siquiera.
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Infiel [One-Shot] [España×UK]
RomansaEspaña siempre fue y será un infiel, pero al menos lo intenta. |Portada provisional|