Mi despertador sonó recordándome que tengo que levantarme para ir a la preparatoria, estoy cursando el último semestre y es agotador, los maestros son unos demonios a la hora de dejar tareas o proyectos.
Me talle los ojos para despertarme completamente, lista para cambiar mi cómoda pijama por el horrible uniforme de mi escuela, consistía de blusa blanca con gris en las orillas de las mangas y un pantalón gris que, la verdad, nos hace lucir como militares. Me coloqué mis botines negros.
Fui al baño a hacer mis necesidades y a lavarme la cara, volví a mi cuarto y me dí cuenta de que mi hermana seguía dormida, así que tuve que moverla de un lado a otro mientras le decía que se levantara.
–Hermana. Hey! Tenemos que ir a la escuela, levántate.
Una vez que se levantó y se cambió, fuimos al comedor a desayunar, mi padre nos tenía listo el desayuno. A mí madre no le gusta levantarse tan temprano y como mi papá tiene que trabajar él se levanta a prepararnos el desayuno.
–Buenos días a las dos
–Buenos días papá.– respondimos las dos al mismo tiempo.
Lo malo de tener una gemela, es, que no solo te confunde, si no que también cada vez que las dos queremos hablar decimos lo mismo. Es divertido y a veces es fastidioso.
–Desayunen rápido, ya nos tenemos que ir.
–Okey.– le respondí.
Cuando las dos terminamos de desayunar, fuimos a lavarnos los dientes, esperé a que mi hermana se terminara de peinar, agarramos nuestras mochilas y nos subimos a el carro para irnos a la escuela.
Saqué mi celular para escuchar música a todo volumen, me encanta hacerlo cuando voy en el auto, siento que soy la protagonista de los vídeos.
–Hija, ya llegamos.– Mi papá me llamó haciendo que quitará los audífonos de mis oídos. Mi hermana bajó primero y después yo. Mi padre se despidió de nosotros y arrancó el carro.
A propósito, les olvide mencionar que mi hermana y yo no nos dirigimos por nuestros nombres, siempre nos hemos dicho así “hermanas”, a la única que le decimos por su nombre es a nuestra hermana pequeña, Isabel. Es menor por 11 años, básicamente ella fue el complemento de nuestra familia.
Caminé hacia la entrada de la escuela preparándome para todos los trabajos que los malditos maestros nos pondrán a hacer a todos, y lo peor de todo es que era lunes, odio los lunes.
Ésta va a ser una semana muy larga.
...
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Un cliché muy diferente
Teen FictionLa historia de una adolescente con sobrepeso, que hace lo que está a su alcance para poder quererse a sí misma, aunque tenga obstáculos en el camino. Una chica que perdió esperanzas en varias cosas, tratará de convencerse de ser lo suficientemente f...