14 de Octubre, 1995

46 5 1
                                    

14 de Octubre 1995

"Para contar mi historia, primero he de contar la de ellas"

El 14 de Octubre de 1995 fue un día gris para todo el pueblo de Crevillent. Laura, Lucía y Pilar salieron de sus respectivas casas sobre el mediodía, dispuestas a dirigirse al pueblo de al lado para asistir a un encuentro social con los jóvenes de su instituto.

Las amigas de 14,15 y 16 años empezaron su trayectoria en la plaza mayor del pueblo, junto a la fuente en honor al escritor Federico García Lorca, y desde allí se propusieron llegar a Alacant haciendo autostop. Era un día claro, el sol brillaba y ninguna nube se atrevía a posarse en el claro. Las niñas iban riendo y hablando sobre lo que ese día les depararía; así llegaron hasta la carretera principal en donde de casualidad un coche paró para recogerlas.

-¿Necesitáis que os lleve, chicas? –preguntó el extraño, a lo que las chicas asintieron.

-Vamos a Alacant –contestó Pilar, que era la mayor- ¿podría llevarnos?

El hombre asintió con una media sonrisa.-Claro, además me pilla de camino. Subir.

Y así, con la incredulidad que pueden tener unas niñas adolescentes se montaron en el coche, sin saber que esa sería la última vez que las verían con vida.

Tres meses mas tarde, casi al inicio de 1996 encontraron sus cuerpos medio enterrados en una fosa común, a las afueras de un pequeño pueblo de Alacant, despojadas de sus ropas, y casi irreconocibles debido a las atrocidades que les hicieron, las tres tenían las misma marca en su muñeca, un triángulo de seis puntas que hacia alusión al satanismo.

Al principio no se le dio mucha voz al caso, se intentó ocultar toda la información, sobretodo por petición de las familias, ya que, al ser unas niñas de tan poca edad la gente quería saber que había sucedido, y el miedo reinó por todo el pueblo de Crevillent, pero al final, se acabó filtrando información sobre los asesinatos lo que llevó a un circulo vicioso de preguntas, dudas e interrogantes, que acabaron siendo resultas cuando apresaron a Carlos Díaz, un ex convicto y cocainómano con un largo historial de pedofilia y pederastia. Carlos no tardó en ser ejecutado y con él, se enterraron todas las especulaciones que aún seguían sonando alrededor de este caso.

Pero, lo que nadie se esperaba y mucho menos yo, Arturo González, que en aquel entonces era un periodista en prácticas que estaba empezando a forjarse su carrera, era que ese mismo caso se iba a reabrir 20 años más tarde y que en el centro de la investigación, iba a estar mi nombre una vez más para desvelar por fin quién fue, el asesino de las sombras.

El Asesino de las SombrasWhere stories live. Discover now