03/03/2030
Narra AdamEn el centro de la ciudad (00.00 a.m.)
Hotel Seders.
Me desperté atormentado aquélla pesadilla, la sentí tan real, mi cuerpo se encuentra totalmente sudado, como si hubiera hecho una maratón, miro el reloj y solo faltaban 6 horas para marcharme a aquella universidad tan prodigiosa.
Decidí levantarme de la cama y dirigirme al baño, necesitaba una ducha rápida.
Mientras el agua se deslizaba por mi cuerpo, y sentía una tranquilidad enorme, recordé aquella pesadilla, era yo corriendo por mi vida, también había personas que se comían a otras estando vivas, eran gritos, explosiones y una voz que me decía corre, corre, corre.
01:23 a.m.
Decidí ir a la cocina y buscar algo para comer, muchas cosas no habían, aún no se habían hecho las compras para el mes, agarró una manzana, la lavo y le meto un mordisco, era jugosa, tenía un rico sabor.
Escucho pasos que venían de la habitación de mi padre, quise echar un vistazo.
Noto que mi padre llevaba el uniforme militar, también portaba un arma, era extraño a estas horas de la madrugada.-Hijo puedes pasar si quieres, no es necesario que me observes de detrás de la puerta -ríe sarcásticamente-.
-Aun no entiendo como logras escucharme, ¿Tienes un oído biónico o que?
-Ja ja no, mira esto es un audífono militar-me enseña el aparato tan peculiar-abre tu mano hijo, este audífono es mi regalo para ti.
-Ay gracias pa... logro fijarme en su cuello que tiene su placa de coronel , es extraño ya que solo la usa en misiones de alto riesgo.
-Lo sé, has notado mi placa, no te preocupes hijo, está misión no es tan peligrosa, lo que si te tendré que despedirte antes.
-Esta bien...
Decidí regresar a mi habitación y acostarme en mi cama, los minutos pasaban tan lentos, que la espera se hacía eterna.
05:33 a.m.
Entre dormido escucho voces a mi alrededor, un zumbido aturde mi cabeza y me despierto.
-Adam ya me tengo que ir -En un tono serio lo dice-.
-¿Ya? ¿Tan rápido?, bueno esta bien, te deseo suerte en tu misión.
-La suerte es para los mediocres, yo te deseo los mayores éxitos en tu nueva etapa que seguro te irá muy bien.
-Gracias Pa -Los dos se abrazan-.
-Bueno ya me tengo que ir, ya sabes donde están las llaves de la caja fuerte por cualquier cosa que necesites.
Mientras veía como mi padre se alejaba, todo se iba tornando más triste, el ruido del reloj de fondo, una inmensa oscuridad abarca la habitación por completo, mi padre ya se había ido.
06:32 a.m.
Ya solo faltaban 28 minutos para irme, me hice un desayuno improvisado con lo que había, y solo me quedaba esperar.
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01/03/2030
Narra Maikol
En el centro de la ciudad (00:00 a.m.)
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"Cincuenta y cuatro días"
Teen FictionLa tranquilidad de Buenos Aires se ve afectada cuando un virus transforma a los humanos en caníbales dejando la ciudad en estado de emergencia.