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yunho no sabía que hacer, su mejor amigo no había ido a la escuela ya que se despertó con un malestar y su madre había decidido no llevarlo a la escuela.

no sabía dónde esconderse, matthew lo perseguía, si bien ya le había dejado en claro que no quería nada con el, este no lo acepto, empezando así a acosarlo.

busco por todos lados a alguien que le pudiera ayudar, pero justo hoy la escuela se encontraba vacía por los pasillos.

de lejos pudo ver al conserje, y corrió hacia el, sentía vergüenza por lo que le iba a decir pero no quería que matthew lo encontrará.

— ayúdeme porfavor.

— ¿que pasa joven? — el señor, un poco mayor pregunto con un tono preocupado.

— me están siguiendo, creo que quieren golpearme, porfavor ayúdeme.

— ven.

el conserje lo llevo hasta una pequeña habitación que se encontraba en medio del pasillo, justo antes de llegar a los baños.

— métete ahí, si vienes les diré que te fuiste por haya.

hice caso al señor y me metí dentro del pequeño cuarto.

tapé mi boca y nariz cuando un olor a cloro empezó a sentirse dentro del cuarto, obviamente se sentiría eso, está lleno de cosas de limpieza.

escucha pasos, más bien corridas de algunos alumnos y supuse que eran matthew y sus amigos.

— ey, ¿has visto a un alumno, de esta estatura, cabellera azul, y con camisa blanca y bordo?

— creo que sí, si no mal recuerdo se fue corriendo en dirección hacia la cancha de básquet.

luego de eso escuché pasos alejándose, pero no salí, me quedé ahí hasta que sentí al conserje hablarme.

— ya se fueron, puedes salir.

— muchísimo gracias señor, se lo agradezco mucho.

— al menos tu si agradeces, esos mocosos solo pasaron por encima de mi, oh te cayó un poco de cloro en la camisa, mejor ve al baño a lavarte puede que seas alérgico y te salga alguna clase de reacción alérgica.

asentí e hice una pequeña reverencia para entrar al baño que se encontraba justo alado, moje un poco el lugar manchado y lo seque con papel.

— demonios, ojalá esta mancha amarilla no se note mañana.

solté con un gran puchero en los labios.

salí despacio del baño y me encamine hacia mi salón, buscando mi saco junto a mis demás útiles, y me encamine hacia la cafetería, dónde ahí si encontré a varios alumnos.

y gracias al cielo, no estaban matthew y los idiotas de sus amigos.

sus siguientes clases transcurrieron tranquilamente, pero no lo suficiente, su cabeza empezó a dolerle fuertemente, le picaba todo el cuerpo y sentía mareos.

no le dió tanta importancia, seguramente es el estrés, fue lo que pensó.

para suerte suya su siguiente clase era deportes.

camino hacia los vestidores, llegando hasta su casillero.

se cambió tranquilamente, no sin antes rascarse el hombro con fuerza, no sabe porque le picaba tanto.

salió ya vestido con una camiseta con el logo del instituto y un pantalón azul oscuro.

— muy bien chicos, den cinco vueltas y luego empezaremos a elongar. — este dió dos palmadas dejando un poco aturdido al peliazul.

¡𝗍𝖾𝖺𝖼𝗁𝖾𝗋! 𝖸𝖴𝖭𝖦𝖨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora