La tarde lucía espléndida, el sol estaba tan radiante como siempre y las hermosas nubes lo acompañaban junto a el extenso manto azul claro. Lo pájaros volaban por éste y los árboles de cerezos se mecían sus preciosas hojas lentamente.
Las calles estaban llenas de personas y edificios pero a pesar de esto, seguía detrás de tanto ruido y gente. Siendo, simplemente hermosa. La joven caminaba mirando el camino por la ventana del taxi color amarillo, mientras su corazón latía a millón y sus manos sudaban por montones.
Cuando se dio cuenta el auto se había detenido ante un gran edificio rodeado de cerezos y algunos guardias de vigilancia, ésta, le pago al conductor y se bajo, sintiendo como sus piernas, tambaleaban. Camino con algo de temor hasta la entrada donde un guardia la detuvo...
Guardia: Disculpe Señorita, no puede entrar aquí sin un permiso o un pase —Le dijo, serio pero educadamente—
T/n: ¡A-Ah sí! —Saco de su bolso su pase V.I.P y se lo enseño al hombre— He venido a conocer al Cantante Levi Ackerman.
Guardia: Oh, muy bien. Sígueme —Este abrió la puerta y esta entro algo pálida— ¿Se siente bien, necesita algo? —Le preguntó—
T/n: Un vaso de agua estaría bien —Dijo sintiendo que se le saldría el corazón—
Guardia: Espérame un momento aquí, por favor —Se fue rápidamente—