Enamorada de mi mejor amigo.

Prólogo.

Prólogo.

Allison Rivera. Ese es mi famoso nombre... aunque aún no tan famoso. Tengo un hermano mayor, de esos que parecen más tus mejores amigos; tuvimos que serlo, al menos. Cuando te mandan a un internado creo que es lo más inteligente si es lo único que tienes. Nos llevamos 11 meses de diferencia, y puedo decir con seguridad que se toma sumamente en serio eso del hermano mayor haz lo que digo pues es lo más cercano a un adulto que tienes. Ahora súmale 4 más como él y pum, tendrás a Christian, Javier, Roy, y por supuesto, Luis. Los mejores amigos de Alex, y supuesto compañeros de banda... Lo sé, cliché. Se preguntarán, ¿Cómo soportas un ambiente rodeados de chicos? Consíguete una imitación. Josefina, Alice, Amanda y Juliette son la mía.

Ser adolescente jode todo. Eso de las hormonas no son un mito, son la realidad, y las culpo a ellas por todo. O al menos, de la mayoría de lo que me pueda hacer sentir mejor conmigo misma. Diría que mi vida es complicada, pero ¿La de quien no? Al menos, la mía es por lo mas cliché del mundo. Me gusta un chico, touché. Y eso no es lo complicado o lo chiclé del asunto, el quién es, es el que lo complica todo. Luis Swan. Chico lo suficientemente seguro y don juan para enamorar a cada chica del instituto sin ni siquiera intentarlo. Y uno de nuestros mejores amigos. Lo cual queda estrictamente prohibido de mi radar de posibles potenciales por parte de todos, o al menos eso trato de hacerle entender a mi sentido común. Es de estos chicos que quisieras que fueran gays así no te sentirías como una imbécil por no ser correspondida. Patético. Mi hermano es novio de mi mejor amiga Josefina, por lo cual encuentro egoísta el que la regla aplique solo conmigo por ser su 'hermana menor', ¡Búscate una vida, Alex!

Todo está en control cuando él no está alrededor de mí, cuando no tengo que verlo merodeando los rincones del internado, o tratando de copiarme en los exámenes con su sonrisa de comprador barato, pero no todo se puede evitar para siempre, y ahí es donde termino perdiendo. Luego de un verano de suma aislación y de unas vacaciones realmente antisociales, comienza otro año de internado. Otro año donde las hormonas terminan traicionándome, y hace que sin quererlo, me siga enamorando de mi mejor amigo.