〔001〕; Una visita inesperada ꦽ

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Era una cálida y soleada mañana en un infierno tan malvado como extenso. Dolor y sufrimiento se expandían y se propagaban por aquel lugar, y cada vez eran más los demonios llegaban a aquel desdichado lugar.

Pero bueno, no nos centraremos en eso, sino en el proyecto de la joven princesa del Infierno, Charlie, el llamado " Hazbin Hotel ", un hotel para la redención de los demonios.
Asimismo, aquel hotel era una solución para acabar con el problema de la sobrepoblación que preocupaba en aquellos instantes a la joven demonio.

Nuestros amigos, Alastor, Charlie, Vaggie, Angel Dust, Husk y Niffty se encontraban ocupados con sus asuntos en el hotel.

Niffty limpiaba con una gran dedicación cada milímetro del hotel, mientras Angel Dust intentaba coquetear con nuestro alcohólico demonio sin "habilidad" de amar, Husk.
Por otra parte, Alastor iba ayudando en gran cantidad en el hotel, mientras este solo con su presencia molestaba a la peligrís, Vaggie.

" ¿Porqué Charlie había dejado a ese estúpido demonio de la radio entrar al hotel? " - se preguntaba la joven mientras lo miraba con odio y recelo.

Aún así, la joven Charlie, nacida de dos demonios tan malvados como poderosos, siempre la calmaba, puesto que, como siempre solía decir, dentro de cada demonio hay un arcoíris.
De todas formas, Vaggie no creía que dentro de uno de los demonios más poderosos y sádicos que había en aquel momento en el Infierno, hubiera ni siquiera una pizca de bondad.

" ¡Sonríe, querida! ¡Dicen que nunca estás completamente vestido sin una sonrisa! " - solía decir el sádico demonio venado a Vaggie. Aquella "estúpida" sonrisa tan siniestra pero a la vez "alegre" del demonio le revolvía las tripas a Vaggie.

Todo iba con total normalidad. Todo transcurría como un día cualquiera en la vida de los demonios nombrados. Nada nuevo sucedía en aquel día tan corriente, pero, de pronto, llamaron a la puerta del hotel.

Charlie, rápidamente, fue a abrir la puerta, esperando que fueran demonios que quisieran hospedarse en el hotel, pero, para su sorpresa, se encontró con dos individuos que nunca se imaginaría ver allí.

Ahí, frente a ella, plantados, se encontraban los mismísimos reyes del Infierno, los padres de la joven que les había abierto la puerta. Lucifer iba acompañado de su mujer, Lilith, para hacerle una inesperada visita a su hija.

- ¡Oh, hola papá y mamá! No esperaba vuestra visita - la joven sonrió, mientras esperaba una respuesta de sus padres.

- Bueno... ¿acaso no podemos ver como va el maravilloso proyecto de nuestra hija? - decía Lucifer, mientras sonreía, mostrando sus afilados dientes.

- ¡Pasad! Os voy a presentar a mis amigos. Sin ellos, no hubiera sido posible llevar acabo este hotel - explicaba, entusiasmada, mientras cerraba la puerta tras ellos.

Los demonios entraron en el hotel.
Lucifer miraba el hotel, al igual que su mujer Lilith.
Mientras, Charlie llamaba a sus compañeros, y en unos instantes, todos se presentaron ante los reyes del Infierno.

- Papá, mamá, me gustaría presentaros a mi novia, Vaggie - Charlie miró a su pareja, y la peligrís se presentó ante los padres de su novia.

Fueron presentándose, uno por uno, desde la joven pareja de Charlie, Vaggie, hasta el actor porno, Angel Dust. Hasta que, por fin, llegaron a Alastor.

- Por último, me gustaría presentaros a Alastor. Tal vez ya hayáis oído hablar de él... La verdad es que me ha ayudado mucho desde su llegada al hotel.

Lucifer clavó la mirada en Alastor. El monarca sonreía, pero, nuestro demonio venado se mostraba algo nervioso.

- Es un placer... Alastor... - dijo con su característica voz el monarca.

- El placer es mío, majestad - Alastor, aún con su característica sonrisa, pero un tanto nervioso, hizo una reverencia.

- Oh, Alastor, llámame Lucifer - parecía que Lucifer tenía un gran interés por Alastor. El contrario, sin embargo, se mostraba algo distante.

Hubo unos segundos de tensión, pero como siempre, nuestra joven demonio Charlie, rompió ese incómodo ambiente.

- ¡Bien! Ya que nos hemos presentado todos... ¿porqué no os mostramos el hotel?

- Oh, ¡eso sería espléndido, querida! - decía su madre, mientras acompañaba a su hija.

Alastor, viendo que los monarcas se iban con su hija y el resto volvía a sus quehaceres, se alejó del lugar.

Se le notaba nervioso, muy raro en él, puesto que él no le tenía miedo a nada, ni al mismísimo Lucifer. Pero verlo en persona... Le resultaba algo incómodo.

Caminaba hacia su habitación, para evitar volver a verlo, pero, justo cuando creía estar a salvo de aquella mirada, escuchó una voz tras él.

- Alastor... ¿Acaso huyes de mí...?

 - I had a dream...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora