Amarre Rikochet II ( j a m e s o n )

II

Toqué aquella puerta con desesperación, mis gruesas lágrimas rodaban por mis mejillas y aunque no podía ver mi rostro de seguro estaba hinchado y rojo por el llanto.

En cuanto abrieron la puerta salté al interior de la casa, abracé a mi amigo Lars, estaba realmente triste y era el único con el que podía contar en esos momentos tan terribles.

— LAAAARS! –grité y seguí llorando en su hombro.

— Jason, tranquilo dime lo que te pasa.

— Es-es q...que –tartamudeé.

No pude estructurar ni una frase, cuando mi amigo me propinó tremenda bofetada que casi me voltea la jeta.

—Gracias –dije un poco más calmado. Auch! –reaccioné después. Bueno, vine chillando hasta acá porque, porque.

—¿Por qué? Habla carajo... Y no te doy otra no más porque eres el Yeizon –dijo alzando la mano como don Ramón.

—Se trata de James. –sorví mis mocos.

—¿Volvió a comer mariscos y se intoxicó? No, no, no déjame adivinar ¿Se cayó de la patineta? –cuestionó el danés.

—Diosssss nooooo, lo que pasa es que James me engañó.–volví a romper en llanto.

— Nambre' ¿Cómo?

—Es cierto, creeme Lars. Mira, logré hackear su facebook y ve, me engaña con este zanahoria, no sé porque me hace esto ¿Acaso estoy gorda? ¿Mi culo está flácido?

—No, claro que no, aveces los hombres son unos pendejos y dejan al filete por pellejo. No te preocupes, yo estuve en las mismas, pero mi madre me ayudó, ella siempre sabe que hacer en estos casos.

—Gracias Lars, pero ¿Cómo lo hará? –suspiré y en eso iba llegando Lone, su madre.

—Claro que te ayudaré Jason, si no, pregúntale a mi niño cómo es que está tan feliz con Kirk. –dijo la mujer poniendo su mano en mi hombro.

—Nuevamente gracias. ¿Sabe? Yo amo mucho a James y no me importa hacer cualquier locura con tal de tenerlo a mi lado.

—Pues, si en esas estamos, vamos, acompañame a la bodega, verás que con éste amarre lo tendrás a tu merced.

¿Amarre? ¿Acaso aquella tierna señora era una bruja?

La señora nos llevó al jardín de su casa, a una pequeña casita de madera, en ella había muchas cosas extrañas y olores muy raros.

—Bien, haremos un amarre contra la infidelidad, es muy sencillo pero efectivo.
Necesitamos una bolsa de tela roja, una cinta roja, un par de tijeras, romero y lo más importante la foto del ser amado. –decía mientras sacaba todos los elementos de varios cajones.

—Señora, no tengo fotos de él en estos momentos.

—No hay problema Jason, yo tengo una que nos tomamos en la feria. –agregó Lars.

Salió corriendo de ahí en busca de la foto.
Minutos después llegó y con las mismas tijeras antes mencionadas cortó el cuadro con la cara de James.

Procedió a meter el retrato en el saquito rojo y después puso lo demás, ató las tijeras con el listón rojo.
Luego escribió la siguiente oración para que la recitara:

“James Hetfield con esta tijera corto todas tus infidelidades, traiciones y deseos. Que puedas tener relaciones sexuales sólo conmigo y nadie más que yo, por eso te obligo, te elijo y te amarro para que sólo seas para mí y tus ojos queden ciegos ante cualquier hombre o mujer. ”