Parte única.

115 11 1
                                    

Kei Yonagi había nacido con el maravilloso don de la actuación, el cual funcionaba al evocar sus recuerdos. La sensación del momento, y dar una excelente interpretación de ello.

Ella era optimista, ingenua en ocasiones, sincera, seria y fuerte.

Ella podía lograr las cosas si se las proponía. Podía hacerlo, incluso con ayuda, podía hacerlo. No sólo hacerlo por ella misma, sino por sus hermanos, su madre y también por sus amigos; ella podía hacerlo.

Porque puede.

Porque todo se puede.

O tal vez... No todo.

Porque Kei Yonagi era una humana, a fin de cuentas.

Ella también podía llorar, podía fingir, podía gritar de dolor, angustia o desesperación, incluso de miedo.

Ella también, se podía quebrar. También se podía caer y sangrar.

No es una máquina, pero, puede hacer lo que le pidas. Inclusive, arriesgar todo, con tal de que su actuación reluciera.

Ella podía hacerlo, puede hacerlo.

Pero, ella es humana, ella también tiene límites.

Ella también podía cansarse, podía incluso hundirse y no salir del abismo, rendirse y tirarlo todo por la borda sin dejar nada. Pero, también tiene voluntad, decisión propia, actitud.

Ella podía sacudirse el polvo, levantarse y sonreír y seguir adelante. Incluso ayudar a aquellos que estaban en el suelo.

Ella puede hacerlo.

Porque a pesar de ser Kei Yonagi, una humana, ella tiene personas que ama, que la aman y aprecian, y cosas que le gustan. Y es por eso, que todo eso, la hace imperfectamente grandiosa.

Siendo ella, una humana.

(Si cada vez que la rompen se reconstruye sola, no la llamen débil. – David Saint)

-Traumada Taisho

Es la primera vez que me atrevo a escribir de este manga, que es hermoso, sinceramente. A quien lo lea y le guste, sinceramente, gracias.

Human  [Yonagi Kei-centric]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora