Parte única.

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Era en una de sus tantas expediciones, en donde recolectaba distintas cosas, sobre todo, minerales, que encontró uno de ellos que llamó su atención.

Era de un hermoso azul intenso, sin llegar a ser oscuro. Más bien, era elegante.

De alguna manera, le hicieron recordar a Ruri. Por ese azul en su mirada -no contemos a Kohaku- y por el hecho de que su nombre significaba...

- Lapislázuli.

Con el pico que llevaba, tomó un trozo considerable del mineral y lo contempló mejor. Y pensó en ese momento, cuál sería el uso que podría darle a Ruri.

Regresó a la aldea y se encerró en su "laboratorio" compartido con Senku y comenzó su labor de hacer un bonito colgante para la rubia. El cual era sencillo de hacer, pero, que se esmeraba en hacerlo bien.

Lo tomó entre sus manos, alzándolo enfrente suyo y lo miró. Sonrió al ver listo su trabajo, seguramente y le gustaba.

Ahora era cuestión de dárselo, y ver si ella no estaba ocupada.

Con eso de que ella era la sacerdotisa de la aldea Ishigami.

Fue una suerte encontrarla, remendando con Yuzuriha unas ropas. Y armándose de valor, fue hasta ella, haciéndose notar por ambas.

- Ruri... - no era momento de acobardarse, debía ser valiente. Un hombre hecho y derecho.

- ¿Qué pasa, Chrome-kun?

Yuzuriha era silenciosa espectadora de la escena frente a ella, parecía que finalmente él se confesaría.

- Yo... Quería... Darte, esto. – sacó delicadamente el colgante que guardaba con recelo entre sus pantalones. Ruri miró sorprendida el colgante, el cual, le parecía bastante hermoso.

Yuzuriha no esperaba eso, pero, no era por menos hermosa la escena frente a ella.

- ¿Puedo? – preguntó, luego de que Ruri solamente contemplase el colgante. Ruborizada, asintió, procediendo a quitarse lo que siempre llevaba en el cuello -un pedazo de cuerda grueso- y cerrando los ojos, dejó que el castaño le pusiera el colgante.

Yuzuriha estaba emocionada, ¡Eran tan tiernos!

Cuando Ruri abrió los ojos, tomó entre sus manos la piedra lapislázuli que colgaba y luego le sonrió enormemente a Chrome, para luego abrazarlo, agradeciéndole en el proceso.

- No hay nada que agradecer, sólo... Quise hacerlo. – respondió apenado, rascándose la nuca.

Yuzuriha puso una mano en su mejilla, mirando a ambos tórtolos. Ojalá y así le pasará a ella con Taiju.

-Traumada Taisho


Lapislázuli [Chrome/Ruri]Where stories live. Discover now