Ladrón

Luna Roja

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Lo único que buscaba esa noche era un poco de piedra luminosa. Quería decorar el fondo de su lago, estando muy orgulloso de como iba progresando su casa. Ya no quería mas problemas, no más venganzas ni putadas a su pobre jardin.

Pero seguro los problemas creían que estaba más bueno que el pan, puesto que no dudaron en buscarlo hasta la tienda del pueblo.

- Jodeer hoy noo... que solo quería piedra luminosa tío - Susurro al escuchar extraños ruidos en la planta de arriba. Muy a regañadientes tomó su espada y comenzó a subir las escaleras tratando de no hacer ruido. Ahí estaba, un sujeto vestido de negro con un antifaz.

Esta robando la tienda...

Su obligación moral le decía que lo atrapara, pero en verdad que no quería lidiar con esto...

¡También se esta llevando la piedra luminosa!

¡Ahora si que tenía que hacer algo!... ¿Pero que?, se preguntó al recordar que aun no había nadie en la comisaría, y que técnicamente no podrían castigar al ladrón. ¡Ya lo pensaría luego de atraparle!.

El ladrón se dio la vuelta dispuesto a bajar las escaleras. Fue ahí donde Auron se dio cuenta que este traía un arco. No tardo en ponerse tras su escudo pensando que le atacaría en cuanto le viera, cosa que el enmascarado aprovechó para salir como rayo por la ventana.

Joder, me cago en la puta...

Bajo a toda prisa persiguiendo su sombra hasta el límite del pueblo, en donde se replanteo si en verdad valía la pena esa piedra luminosa para salir en plena luna de sangre...

¡BOOOM!, las fuertes explosiones le sacaron de sus pensamientos, escucho un grito y el sonido de un arco al ser disparado. En verdad era una mala idea...

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No podía creer su maldita mala suerte. Miro a Auron ponerse su escudo frente a el. De todas las noches para salir a comprar al pueblo eligió justo la misma que el. ¡Y no era cualquier noche!. En plena luna de sangre.

Maldito seas Auron...

No lo pensó dos veces y se tiro por la ventana, para lobo nocturno sobrevivir a las noches de karmaland era cosa de niños... siempre que estuviera concentrado. Pero no podía concentrarse por pensar en que su compañero le pisaba los talones, no estaba seguro, tal vez ya hasta supiera su identidad. Tan distraído estaba que no vio a los creeper delante, ni a todos los moustros de detrás. Aun así trato de pelear.

Sintió varias veces el calor del fuego y su espalda tocar el piso de forma brusca. Cuando las sacudidas cesaron trato de enfocar su mirada. Mierda.

Es mi fin... Pensó antes de que todo se volviera oscuro.

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Pensaba que hacer dando vueltas de un lado a otro como desquiciado. Y es que la situación era más problemática de lo previsto.

Después de las explosiones corrió con espada en mano encontrando al supuesto ladrón inconsciente tirado en el césped con varios moustros alrededor. Fue difícil pero logró alejarlos del cuerpo y matarlos con la ayuda de un guardia.