¿Quién es tu madre/padre divino?

Hefesto

Negritas: Leo Valdez
Normal: Nyssa Barrera 

¡Y llegó el increíble, inigualable, sexy y guapo...!

¡Al punto, Leo! 

... ¡Leo Valdez! 

Leo, esto es un capítulo sobre Hefesto, no sobre ti. 

¡Deja de interrumpirme! ¡Las chicas me aman! 

¿Y qué crees que diga Calipso si se entera que te estás vendiendo a las lectoras?

Oh dioses, eso no lo había pensado... ¡Perdón Cally! ¡Si lees esto, no me mates, aun soy muy joven para morir...! 

¡Leo, si no te callas, te cubriré la boca con cinta! 

¡Di no a la violencia! Mi hermana no me quiere. 

Es que en serio eres muy molesto algunas veces. 

¡AUCH! 

Ya, deja de dramas y sigamos con el capítulo. 

¡Pero es aburrido! Las chicas quieren más Leo. 

Sigo teniendo la cinta. 

¡Bueno, está bien! Quiero vivir. 

Ya que Leo se calmó, seguiré. La cabaña de Hefesto es la número 9 que alberga a los Hijos de Hefesto en el campamento mestizo. La cabaña está hecha completamente de ladrillos y tiene una chimenea sobre ella, imitando a una pequeña fábrica. 

Lo dijiste más aburrido que Annabeth y Malcolm. 

¡Bueno! ¡Si no me dejas continuar, mejor quédate solo en el capítulo! 

¡Bien! ¡Más diversión para los lectores...!

¿Nyssa? 

¿Nyss? 

¡No, no me dejes solo, apenas sé lo que estoy diciendo! ¡NYSSA, VUELVEEEE! 

¿Me vas a interrumpir otra vez?

¡Lo prometo! ¡No lo volveré a hacer! ¡Pero no me dejes solo! 

Bien, pero, a la siguiente, te quedas solo. 

¡Gracias! 

Los hijos de Hefesto somos expertos en la mecánica y en construir todo tipo de cosas, además de poder controlar y manipular las máquinas. Algunos de nosotros tenemos control sobre el fuego, una rara habilidad que Hefesto les concede a sus hijos cada cien años. 

¡Y yo soy el único que la tiene! Espera... ¿me llamaste raro?

¡Le llamé raro a...! Bueno, no importa. La maldición en la cabaña fue una supuesta maldición que se inició en la cabaña de Hefesto después de la muerte del capitán Charles Beckendorff. En teoría, la maldición no permitía a los hijos de Hefesto construir aparatos, autómatas o cualquier cosa por el estilo. Es decir, que ningún proyecto llevado a cabo por nosotros salía bien. 

¡Y luego llegué yo, quien les hizo una mejor vida a todos y los salvó de la maldición!

Técnicamente, tú eras la maldición. 

¡¿QUÉ?! 

Olvida lo que dije. 

¡Pero yo soy genial! ¡Mis poderes son geniales! Deben de agradecerme por haber construido otra vez a Festo y por hacer el Argo II. ¡¿Eso es una maldición para ti?! 

En ese momento no lo sabíamos, Leo. Si de repente llega un hijo de hefesto con poderes de fuego cuando supuestamente no existían personas con ese poder, ¿cómo esperabas que reaccionáramos? 

... Eso me ofende, Nyssa. Me iré a llorar al rincón, ya regreso. 

Bueno, ya que Leo está llorando, supongo que seguiré yo. Los hijos de Hefesto podemos ser algo bruscos, y nos sentimos muy decepcionados con la vida, de las personas, y de las otras criaturas con vida. Tendemos a ser bastante rencorosos y podemos guardarlo durante mucho tiempo. 

Tenemos más fe en las máquinas que en las personas, debido a que creemos que las máquinas no pueden defraudarnos... 

Leo, ¿estás bien? 

No. No estoy bien. Mi propia hermana me insultó. 

Está bien, Leo. Lo decía solo de broma, sabes que eres importante para mí, ¿verdad?

... Eso es lo más lindo que me han dicho en tan poco tiempo *llora* 

Vamos, no llores. Hay que seguir con el capítulo. 

Bien, bien, ya llegué yo y ahora todo es genial... ¿En dónde estabas? 

En la personalidad de los hijos de Hefesto. 

¡Ah! Bueno, a veces podemos ser amargados, y algo distantes de las personas porque nos da miedo a que nos decepcionen. 

Algunos, con frecuencia, nos enamoramos de personas que son imposibles para nosotros y que están fuera de nuestro alcance. Y a algunos nos gusta esconder el dolor en base al humor. Podemos llegar a sentirnos inferiores a los demás o a no sentirnos queridos. 

A nosotros nos encanta construir cosas, y es muy común que estén jugando con herramientas en sus manos o con cualquier objeto que encuentren. 

Amamos construir y reparar cosas, de nosotros han salido grandes arquitectos en el mundo, así que no te sorprendas por eso. 

¡Los hijos de Hefesto somos los mejores! ¡Recuerden, oculten la tristeza con algo de humor y una sonrisa! ¡Nyssa y Leo, cambio y fuera!