smother me Karaichi 💜💙

SOFOCAME

SOFOCAME CAP 18 FINAL

Ha pasado aproximadamente un mes desde que los dos se juntaron, y las cosas han ido perfectamente. Demasiado perfectamente Ichimatsu, quien pasó los primeros veintitantos años de su vida encontrando fallas en todo lo que Karamatsu hace, ahora encuentra este viejo pasatiempo completamente inútil. Porque Karamatsu lo trata de la forma en que no creía que nadie pudiera hacerlo. Karamatsu da amor con entusiasmo y abundancia como si estuviera desbordado, lo acaricia como si incluso a través del tacto, le resulta difícil creer que Ichimatsu realmente existe. Ichimatsu no cree que alguna vez dejará de ser abrumador.

A cambio, hace todo lo posible para ser lo que se merece Karamatsu. No está en él prodigar a su hermano, su amante, con mil elogios en idiomas que apenas sabe hablar. Entonces él hace lo que puede. Se sienta con él en el techo bajo los cálidos rayos del sol y escucha atentamente a Kara cantar y tocar su guitarra. Le compra varios pares de estúpidas gafas de sol para compensar las que ha roto con los años. Por la noche, se acurruca cerca de Kara, deja que Kara se pase las manos por el pelo y presiona besos en el cuello de Kara cuando se siente valiente. Y si las deslumbrantes sonrisas que Kara da a cambio son algo por lo que juzgar, Ichimatsu cree que se ha comunicado con él. Y eso es suficiente.

Es suficiente, se dice, que puede sentir el afecto que irradia Karamatsu cada vez que hacen el amor. Pero a veces, en las tardes calurosas, o tarde en la noche, con la mejilla presionada contra la almohada mientras observa a Karamatsu, las imágenes parpadean ante él. Cosas que han hecho antes. El tipo de mierda sucia, áspera e implacable que había anhelado, y no está por encima de negar que todavía anhela, de vez en cuando.

Mantiene esos pensamientos en privado, acompañado de un ligero tinte de culpa que se deriva de la conciencia de cómo se había aprovechado de Karamatsu al comienzo de su relación, y una reticencia a repetir esas acciones. Pero cuanto más piensa en ello, más se da cuenta de dónde guardar sus pensamientos para sí mismo lo llevó a los dos. Nunca en ningún lugar bueno, eso era seguro.

Y a veces, cuando está presionado contra las sábanas, Karamatsu encima de él, cree que aún puede captar ese brillo en los ojos de Karamatsu, esa restricción del instinto más profundo y carnal con el que Ichimatsu está demasiado familiarizado.

No hará daño preguntar, se dice un día, sentado en el sofá junto a Karamatsu en uno de los días en que no hay nadie más que los dos en casa (los días que, según él, se han vuelto cada vez más frecuentes, posiblemente debido al conocimiento común de más de una relación incestuosa en la casa).

Él mira a Karamatsu, preguntándose cómo formular la pregunta, cuando Karamatsu habla.

"¿Sabes qué día es mañana?"

Ichimatsu se encoge de hombros. "¿Qué día es?"

"Es nuestro primer aniversario". Karamatsu se ve mareado e Ichimatsu no puede evitar sonreír también.

"Si cuentas desde el momento en que comenzamos a follar, ha pasado más de un mes".

"Oh, estaba contando desde el día que llegaste a casa", dice Karamatsu. La manera fácil de hablar sobre el pasado reciente hace que Ichimatsu se sienta aliviado. "De todos modos", continúa Karamatsu, "si no te importa, me gustaría llevarte a cenar. Y después de eso ... el hotel.

"Eso suena bien", dice Ichimatsu. El tema del hotel ya ha sido mencionado, la pregunta ahora está en la punta de su lengua. Pero no puede sacarlo.

Por suerte para él, Karamatsu lo hace primero. "Estaba pensando", dice lentamente, mirando a Ichi para evaluar su reacción. "Que podríamos condimentar un poco las cosas. Con algunos juguetes Y algunos ... juegos de poder. No lo hemos hecho en ... un tiempo. ¿Te gustaría eso?"