Portadores para ver el futuro, dueños del espacio, tiempo y personas.
Ambos poseían para su propio fin ¿quien ganaría?
Yuno, dueño del segundo diario del futuro, puede ver el futuro de su contrario y en su momento llegarlo a cambiar.
Dylan, dueño del primer diario del futuro, puede saber su futuro dentro de un lapso pero resumido en primera persona, solo puede saber en el lapso de 10 minutos.
Ambos estaban reunidos, ganar o perder era una elección pero solo tendría que ser uno. Yuno había usado su poder para desviar el camino del contrario, todo había salido como quería y en su mente una gran victoria se veía.
- Vas a morir, después de todo solo habrá un ganador.- la voz de yuno estaba llena de odio y ansias de matar sin dudarlo saco parte de su kagume dirigiendoselo al Dylan quien no tardó mucho en reaccionar y segundos después tenía cortado parte de su kagume.
Dylan era bueno con los cuchillos, de hecho había tenía un gran entrenamiento respecto a ello, su mirada era fría, con aquella singular superioridad.
- ¿crees que me harás daño? Soy mucho más rápido que tu, aunque quieras ocultarlo.- una sonrisa de lado apareció sobre la mejilla del mayor haciendo que Yuno le hirviera la sangre, no se iba a rendir tan fácil.
Levi sacó su Equipo de Maniobras Tridimensionales, con ello se le hizo más sencillo esquivar cada ataque de Yuno quien atacaba sin compasión alguna. Ambos chicos habían llegado por su cuenta a aquél mundo, no sabían lo que estaba pasando.
Cuando recibieron los diarios, cada quién supo lo que tenía que hacer. Yuno se encontraba alimentándose en su propio mundo cuando tomó en manos aquél diario y sin más, fue teletransportado a la batalla.
Por parte de Dylan, este se encontraba atacando titanes cuando en el suelo encontró dicho artefacto que sin saber que era le hecho un vistazo, logrando así, ser teletransportado de igual manera a la batalla.
Ambos chicos sin comprender lo que sucedía, sin saber cual era su misión ahí. Simplemente seguirían las instrucciones debido a que se trataba ahora de la vida o muerte y ninguno estaba de acuerdo en morir y quedarse en aquél lugar, querían volver a casa.
El primero en atacar fue Yuno, tenía tanta impulsividad con derribar a sus contrarios, cabeza tras cabeza iba atravesando con su kagume, tenía tanta facilidad esquivando a sus contrincantes sin problemas alguno.
En cuanto a Dylan, el simplemente había puesto en juego sus habilidades contra titanes y su vida que tenía en el subterráneo, ya que ahí fue donde se crió y mató a varias personas a sangre fría. Tenía ayuda de su artefacto y los cuchillos que portaba, asesinando con bastante facilidad y destreza a sus contrarios.
Cuando por fin ambos chicos acabaron con los participantes, sólo quedaban ellos dos y fue como empezó su guerra.
Aquella batalla había dado comienzo sin saber quién sería el vencedor, entre golpes y golpes cada uno estaba lo suficiente herido para acabar muerto.
Yuno lanzó su kagume y Dylan al esquivarlo lo único que se dañó fue el equipo. Dylan a pesar de ello portaba con el poder de la familia Lynch, ahogado en el enojo por su contrario, no tuvo piedad alguna, encajando en éste el último cuchillo con el que mataba titanes en el brazo del chico.
Yuno atacó nuevamente con su kagume, pero Dylan pudo esquivarlo de nuevo, éste logró sacar un cuchillo de mano de la bota, ya que ahí ocultaba una para cuando de verdad la necesitara.
Dylan atacó con esta pero no pudo darle un pequeño corte ya que Yuno logró esquivar dicho ataque por parte del contrario.
- ¿Porque no te mueres de una vez? - comentó con odio el chico mientras miraba a Dylan con una sonrisa sádica, estaba sediento de sangre.
- Eso mismo me pregunto contigo. - Dijo mientras corría con rapidez y con un semblante serio en la mirada, le propició una patada en el rostro.
Yuno la esquivó tomando el pie del chico y lanzándolo con fuerza a uno de los edificios que se encontraban cerca.
Dylan se levantó como pudo y con una sonrisa escupió sangre, no iba a dejarse vencer por dicho chico que tenía como objetivo matarlo. Yuno por su parte se quedó mirando con enojo al chico, al parecer resistía bastante a comparación de otras personas, nunca había conocido a alguien igual que él, parecía como si portara algún poder magnífico.
Dylan por su parte miraba al chico como si de un titán extraño o con ciertas habilidades se tratase, no conocía a ningún ser humano con aquellos poderes tan raros.
Ambos se notaban cansados, pero ninguno lo demostró al otro, ¿porque peleaban? ¿por su vida?, al parecer ese era el motivo por el cual daban hasta su último aliento.
- ¿A caso no te rindes fácil? - Comentó Dylan mientras se limpiaba la sangre que traía en el labio.
Yuno soltó una risa macabra o eso pensó Dylan.
- Claro que no mocoso, y creo que tú tampoco. - Dijo mientras se tomaba el brazo herido anteriormente por Dylan.
No duro ni un segundo cuando ambas partes se atacaron nuevamente, Yuno por su parte clavo su kagume en el abdomen contrario y Dylan lanzando aquél cuchillo que tenía en mano para segundos después impactar sobre el cuello del chico, ocasionando la muerte por ambas partes.
Ambos chicos cayeron al suelo, sin fuerza alguna, en sus últimos minutos de muerte, a Dylan se le dificultaba el respirar, sabía que su muerte había llegado por fin, que moriría en aquél mundo sin comprender el motivo de su llegada en aquél lugar.
Yuno empezaba a ver borroso, sabía de igual manera que no viviría más, que aquél lugar sería su zona de muerte, su última vez respirando habría acabado en aquél lugar, cerca del cuerpo de Dylan, de aquél que lo había matado, aquél chico que dio todo de sí mismo para no quedar vencido ante él.
Ambos chicos miraban al cielo y como última acción, sonrieron cerrando sus ojos y dando por finalizada aquella batalla y sobre todo de sus propias vidas.
