El comienzo

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Había llegado a la escuela, yo estaba nerviosa ya que iba a entrenar por primera vez voleibol, admito que nunca me llamó la atención pero aún así decidí entrar; no faltaba mucho para que llegarán los demás y yo... era la primera, que vergüenza, empecé a recorrer la escuela ya que estaba aburrida, empecé a ver un gimnasio así que camine para verlo por dentro obvio sin entrar.

Es enorme, tanto para unos estudiantes que estudian arte, sí, yo entrare a esta escuela después del verano, lo he decidido. Sonreí e inhale aire para tratar de relajar mis nervios, suspire a lo cuál escucho pisadas detrás de mí y una voz femenina que me despierta de mis pensamientos.

- Una disculpa por haber llegado un poco tarde, tuve un ligero inconveniente- escuché a lo cuál voltee ligeramente nerviosa, una mujer esbelta, no tan alta, vestía de una forma elegante aunque fuera ropa de deporte, me le quede viendo sorprendida sin embargo repitió- ¿sí me está escuchando?.

- Sí, lo siento, estaba pensando- contesté a lo cuál ella rió levemente.

- Me dí cuenta, no se preocupe, le estaba preguntando si usted viene a entrenar voleibol.- mientras me preguntaba se dirigía al interior del gimnasio, le seguí.

- Sí, pero creo que somos las únicas que hemos llegado, creo que ni el profesor ha llegado.- me reí levemente, era de nervios.

- No se preocupe, si solo somos usted y yo podemos comenzar.- decía mientras abría una puerta en el interior del gimnasio que llevaba al lugar donde ponen los balones y redes.

- ¿C-comenzar?.- titubee un poco mientras aquella mujer me pasaba un balón.

- Sí, yo soy la profesora de voleibol, Angeles Vitora, un gusto. - decía sonriendo y entregando su mano para estrecharla con la mía.

- U-un gusto, soy Xiana Duque.- respondí nerviosa, pensé que era una alumna, que vergüenza, estreche su mano, su agarre era firme y sus manos estaban un poco duras, al soltarnos tomo un costal de balones, lo cargó tan fácilmente que parecía que estaba vacío. 

- Bien en lo que llegan los demás empecemos.- se dirigió al patio central de la escuela a lo cuál seguí, miraba a la profesora buscar en sus bolsillos en ello saco un gis color blanco y empezó a dibujar una cancha de voleibol. -Muy bien, iré por más cosas, por el momento golpea con el balón, así- tomo un balón y lo puso en la mitad de sus brazos sin llegar al codo- lo que vas a hacer es el control del balón, es muy importante- subía y bajaba lentamente sus brazos y el balón comenzaba a golpear levemente sus brazos, su movimiento era muy ágil, lo hacía parecer fácil, dejó de hacerlo y me miró sosteniendo el balón.- comienza en lo que voy por las cosas, no te salgas de la mitad de la cancha, trata de mantener el control, tu puedes. -sonrió y se dirigió al gimnasio.

Empecé a hacer lo que me pidió, era difícil, ¿cómo era posible que lo hiciera parecer tan fácil?, sin embargo seguí intentando, se me caía una y otra vez el balón hasta que deje llevar un poco de mi fuerza y el balón salió disparado a la entrada de la escuela, de milagro no rompí nada.
Caminé rápidamente a la entrada a buscar el balón, sin embargo escucho como abren la puerta de entrada, mientras yo buscaba el balón entraron un grupo de hombres en bola, traté de ignorar para seguir con el entrenamiento, pero un chico se topó con el balón que estaba buscando, me miró y se acercó.

- ¿Es tuyo cierto?.- sonreía altaneramente mientras giraba el balón de voleibol como si se tratase de uno de basket.

- ¿Creo que si lo estaba buscando es porque es mío no?.- respondí, me sentí tonta porque el balón en sí no es mío, es de la escuela y la profesora me lo había prestado.- así que ¿podrías regresarmelo por favor?.

Me miró un momento, mientras sus amigos se reían y entraban como si yo no existiera, contestó - esta bien, con la condición que lo alcances- alzó el balón, era obvio que no lo alcanzaría, sonrió y me dijo - si no te atreves por lo menos a tratar de agarrar el balón, no serás capaz de jugar este deporte, además por tu estatura es obvio que al final terminaras rindiéndote, así que te lo dejaré fácil, trata de alcanzarlo o simplemente vete.- me miraba con desaprobación, no era tan expresivo pero se veía en los ojos a lo cuál yo evitaba. -es obvio que ni siquiera quieres tenerlo, en fin... -suspiro y antes de que bajara su brazo salte y con la punta de mis dedos derribe el balón que tenía en su mano, se sorprendió y volteo a verme pero reaccionó pero trato de olvidarlo. -veamos que tan buena eres.- dijo con un tono serio y camino al patio central.

Tenía miedo, su mirada imponía pero en verdad quería intentar este deporte, aunque fuera algo tímida no iba a permitir que alguien me tratara así, bueno, no hoy, así que tome el balón y me dirigí al patio central a seguir entrenando, obvio sin mirarlo, quería evitarlo a toda costa pero el me miraba, sentía su mirada de desaprobación en mi espalda, ¿por qué tiene que estar supervisandome? ¡es incómodo!, que pare por favor. Seguí intentando hasta que la profesora salió con una red larga, miro a los chicos que en un total eran unos 11 contando al otro chico, la profesora sonrió y empezó a saludarlos, sí, los conocía, se dirigió a mí, así que deje de tocar el balón y lo sostuve. 

- Xiana, estos son mis chicos para entrenar y ser los mejores - me decía mientras volteaba a ver a los chicos, eran altos, terminó de decir sus nombres a lo cuál no escuché bien - son buenos chicos y muy dedicados, pero el mejor aunque no lo quiera admitir es mi hermano menor - contestó.

¿Hermano?. pensé.

- Angel ven por favor- hacía señales al chico que anteriormente me hacía sentir intimidada, tragué saliva ya que venía hacía nosotras y lo único que hice fue con mi manita saludar desde lejos, si, lo quiero muuuy lejos de mí. - este chico de aquí es mi hermano-.

- Angel Vitora, ya nos conocimos en la entrada - no apartaba su vista de mí y yo solo miraba el suelo y de vez en cuando a él, solo quería que se fuera.

- Un gusto, Xiana Duque.- contesté, me alegra que no se me haya salido un gallo al decir mi nombre, cuando alcé mi mirada para visualizarlo bien, seguía mirándome, me puse nerviosa y solo reí y le extendí mi mano. - espero llevarnos bien- ¡¿porque carajo dije eso?!.

- Lo mismo digo Xiana.- tomó mi mano firmemente y la estrecho fuerte, me dolió pero intenté hacer lo mismo, claro, nunca sería lo mismo, mi fuerza a la suya, así que lo solté y él me dijo- bien entrenemos, nos vemos An- supongo que le decía así a su hermana, él se dirigió con sus compañeros que ya estaban comenzando a practicar con el balón.

- Aunque sea grande y medio serio o agresivo es un gran chico, te llevarás bien con el, vas a ver, solo que nos falta una integrante más, vendrá más tarde supongo, en fin, diviértete empecemos con esto.- palmeo mi espalda y se dirigió con ellos.

En que me he metido..., esto va a ser difícil para mí. 

Suspire y me dirigí hacia ellos, sin embargo el no me evitaba verme aunque le pasarán el balón, por favor que le den a él en la cara, por favor, es incómodo, me siento como una oveja siendo cazada por un lobo. 

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2021 ⏰

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Una típica historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora