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Taehyung era ese tipo de persona que puede morir comiendo.

En su último fin de semana fuera del campus, fue a la fiesta de cumpleaños de un familiar. Se prometió a sí mismo que esa noche solo comería lo necesario y no se excedería, dado que estaba determinado a perder aunque sea un poco de peso.

Sin embargo, al estar ante una mesa llena de comida deliciosa no tardó demasiado en empezar a comer en exceso, literalmente, hasta que el estómago le doliera. Era como si de repente, hubiera recibido la revelación de que el mundo se acabaría el día siguiente y tenía que almacenar tanta comida pudiera dentro de su cuerpo. Por mucho que intentara, no podía detenerse una vez que empezaba.

Eso se repetía a menudo, más de lo que a Taehyung estaba dispuesto a admitir. Sus deseos de comer eran más fuertes que su voluntad, y eso lo hacía sentir terrible, como si perdiera el control de sí mismo al estar frente a la comida.

Este hábito se tradujo naturalmente en grasa corporal que se avergonzaba de tener, pero que difícilmente podía hacer algo al respecto. Lo había intentado absolutamente todo, dietas, actividad física, ayunos, todo lo que existía.

Esa mañana, decidió probar otro método que encontró en internet y que prometía cambios rápidos. Justo lo que necesitaba, pensó. Esta consistía en mantenerse en ayuno hasta la hora de cenar, pero Taehyung no resistió mucho más allá del medio día. Se encontró a sí mismo en una situación vergonzosa a causa de dicha dieta milagrosa, que prometía una baja de peso en menos de cinco días. Taehyung no evaluaba el riesgo, sino que se adhería a cualquier método que le ayudara a cumplir su meta.

El profesor lo atrapó comiendo los ingredientes para la preparación de la receta de ese día, dado que no pudo aguantar más el hambre. Le llamó la atención y le dijo que lo esperara fuera del salón para hablar al terminar la clase. Taehyung no esperaba meterse en problemas tan pronto, llevaba sólo un par de semanas en la universidad.

Luego de unos minutos, sus compañeros comenzaron a salir del salón, compartiendo ideas y comentando la experiencia. El profesor salió después de todos ellos. Taehyung se disculpó por lo ocurrido y le prometió que no volvería a pasar.

Podía jurar que escuchó su nombre en la conversación de algunos de sus compañeros, pero prefirió pensar que no. Ya había sido suficientemente vergonzosa toda la situación durante la clase.

Jin se acercó a él después de que terminara de hablar con el profesor.

—Tae, mira, preparé esto —Jin le mostró una foto de su celular. Taehyung dejó escapar un sonido de asombro.

Era el platillo que iban a preparar en esa clase, y Jin de nuevo lo sorprendía con sus habilidades de cocina. La presentación, los detalles, la cantidad exacta de ingredientes empacados en un platillo que además lucía sabroso. De solo imaginar el sabor Taehyung comenzó a salivar.

—¡Se ve muy bueno! —comentó alegremente. Genuinamente. Contento por el logro de su amigo.

Taehyung podía no tener un cuerpo espectacular y delgado como el de Jin, pero definitivamente tenía un corazón abierto y generoso, dispuesto a dar más de lo que tenía. Era ese tipo de persona que siempre estaba velando por el bienestar y la seguridad de las personas que le rodeaban. A darle al otro todo lo que necesitara.

Era lamentable que esto, para él, no significara tanto como su apariencia física. Lo ignoraba completamente y había llegado a la convicción de que no le serviría de nada mientras siguiera siendo gordo.

La analogía era esta. Si un pastel tenía mal aspecto, la persona no se iba a detener a pensar si tenía buen sabor o no, lo rechazaría inmediatamente. Por eso, pensó la única solución a sus problemas no era otra que mejorar su aspecto físico, fuera de la forma que sea.

Blooming |Kookv|Where stories live. Discover now