¿Destino o casualidad?

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Era un sábado a las 10 de la mañana y justo venía despertando, a la misma hora que suelo hacerlo siempre y mi abuelo tocaba la puerta de mi cuarto, me dijo que fuera con él a pescar, nunca suelo salir de mi casa, rara vez lo hago, solo lo hago cuando necesito hacer algo importante, además no suelo hacer nada en conjunto con mi abuelo, pero esto y a su vez el hecho de que me voy pronto de mi actual ciudad hacia otra más lejana para estudiar me hizo pensar; "¿por qué no?" Y le dije que sí, que iría con él, para disfrutar un tiempo en familia, ya que me iré un largo tiempo y la vida me ha enseñado a golpes que en el momento que menos lo esperas suceden las cosas, así que quería aprovechar el poco tiempo que me queda para mudarme y pasarlo en compañía de las personas importantes, como no lo suelo hacer nunca. Así que me bañé, me alisté y decidí salir de mi casa hacia el punto de encuentro con mi abuelo, en el centro de mi pequeña ciudad y ahí nos encontramos. Él me dijo que el autobús salía a la 1 de la tarde, pero al preguntar la hora de salida al conductor del autobús este nos dijo que salía media hora más tarde de lo pensado, así que solo nos quedamos sentados, esperando en una banca. Mi abuelo quería que comprase algo de comer para llevar en el viaje que haríamos y le pregunté; "¿a dónde vamos no hay un lugar dónde comprar?" Y lo negó con la cabeza. Así que tenía que ir al supermercado de la esquina, pero por alguna razón no quería ir al supermercado, pudo ser pereza u cualquier otro motivo, no lo sé, realmente creo no había un motivo para esto, pero al final terminé yendo. Fui y busqué lo necesario a las estanterías, un refresco y pan, justo cuando pagaba las compras, vi un rostro bastante familiar, resultó ser un ex compañero de clases del colegio al que asistí en mi último año, (colegio el cual más tarde decidiría abandonar y no asistir más a clases), y resultó sin duda, muy irónico, ese pequeño momento. Ya que él era uno de los que solían ser extrovertidos y algo presumidos con sus calificaciones, y su desempeño, era de esos que piensas cuando lo ves que de seguro desde el momento en que terminen el colegio entraran a la universidad y su vida probablemente esté bastante acomodada, pero no, estaba ahí, atendiendo y cargando con cajas en el supermercado donde estaba yo. (creo que no hace falta el que aclare que esto es algo que sin duda respeto y admiro). Pero me resultó tan irónico el que yo, quien había abandonado el colegio, quien no solía ser un extrovertido y mucho menos quien se llevase bien con el resto de la clase, fuese el que estaba "del otro lado", del lado del espejo que suponía en mi mente estarían personas como él, mi mente explotó en pensamientos y en consciencia por tener la oportunidad de ser quien estaba ahí, al otro lado que suponía no sería para mi, pero a su vez, en mi mente pensaba: "¿a qué costo estoy parado de este lado del reflejo?". Quiero aclarar que el motivo de mi pensar esto es una historia aparte que comentaré en otro blog, ya que da para mucho y no es lo verdaderamente relevante en esta ocasión.

Luego de mi pequeño encuentro lejano con mi ex compañero de clase, decidí salir del supermercado por la puerta trasera, cosa que terminaría por influir mucho en el siguiente acontecimiento que pasaría a continuación. Justo cuando iba saliendo por la puerta trasera, por alguna extraña razón y, carente de cualquier tipo de interés detrás, decidí salir y bajar caminando muy lentamente las escaleras del supermercado, mucho más despacio de lo que suelo hacerlo, en verdad. Y decidí mirar a mi izquierda y ahí estaba ella. La persona que tanto había anhelado en un pasado, quien tanto lamente dejar pasar por mi estúpido raciocinio e insensato miedo, miedo a una conexión real y terminar roto, ella con quien había estado hablando días atrás por causa de escribirle en una de mis borracheras que estaban siendo algo frecuentes últimamente. A quién le escribí cosas que guardaba profundamente luego de mucho tiempo, y las cuales hacía aparentar no habitaban en mi. Hace unos días atrás cuando hablamos fue sorprendente el cómo entendió y aceptó lo que yo decía, lo que guardé y creía era incomprensible, realmente no deseaba que sucediera algo más, realmente no aspiraba a algo más que su cortesía hacia mis emociones y que las aceptara. Solo deseaba decir lo que había tenido por tanto tiempo en mi interior, y que ella entendiera esto, pero por alguna razón, aunque fuese así era inevitable no sentirme atraído por ella nuevamente, por su forma de ser y su forma de ver todo a su alrededor, y porque sé un poco sobre su forma de percibir lo que le rodea, el por qué sé cómo ella se percataba de lo que yo decía es que entiendo que unos días más tarde dejase de responder mis mensajes, dejase de escuchar lo que enviaba y escribía, entiendo que lo hiciera, más de lo que quizás ella cree, porque solía ser así con ella cuando me asustaba sentir una conexión, y no saber lo que esto iba a ocasionar, quizás ella cree que puede ser muy malo seguir respondiendo mis mensajes, quizás tiene el mismo temor por lo que eso pueda llegar a dañarnos a ambos o quizás y siendo mucho más realista, siente que me hará daño por no poder corresponder mis sentimientos, los cuales creí habían cesado, pero ahora sé que aunque estén apagados, como llamas en invierno, no tardarán en resurgir si llego a conocer más sobre ella, y sé no puedo escapar de esto que hay en mi. Y si de algo estoy seguro es que, no podemos ser amigos, personas comunes que se llevan bien, no podemos tener esa relación, es certero el hecho de que es inalcanzable para nosotros el tener una relación como esa, comprendo el hecho de que me dejase de hablar, el que eso suceda así tal vez sea lo mejor, quizás el hablar un poco y luego dejar de responder, el dejarnos pequeños fragmentos y el tener nuestras conexiones pero, pausarlas cuando sea el momento, cuando parezca que todo empieza a fluir, y sentir que se torna peligroso, detenerlas.

¿Destino o casualidad?Where stories live. Discover now