Notas: como tengo compromisos, los fics largos esperarán un poco.
Este OS va dedicado a una personita especial en mi vida u3u
Jayden, espero que te guste ah
Segundo
Se encontraron y no planearon las circunstancias.
Mejor dicho, Jiang Cheng se encontró con Lan WangJi. Sin desearlo, apareció frente a la trémula figura, un émulo del pasado que intentaba aparentar no estar destruido por el advenimiento acaecido: la reciente muerte de Wei WuXian.
Jiang Cheng rememora estar en una cacería nocturna con los discípulos de su clan. Recientemente nombrado líder de secta, todo un escándalo debido a su estatus de Omega. Aun así, Jiang Cheng peleó con uñas y dientes por el puesto que por derecho le pertenece y a pesar de ser un Omega no reclamado, posee la suficiente fuerza de diez Alfas como para hacer frente a todo aquel que ose cuestionar su mandato.
Recuerda cómo todavía la pérdida pugnaba, la soledad mellando en las noches donde los fantasmas gritaban y él debía silenciar los suyos propios en pos de sujetar el quebranto infantil presente en el menudo cuerpo de su sobrino, aún demasiado pequeño como para comprender por qué sus padres no han vuelto.
El propósito de Jiang Cheng no fue encontrarse a Lan WangJi. Sabe que se había alejado a una prolongada distancia desde el punto de caza reglamentario para la secta Yunmeng Jiang; pero Jiang Cheng tenía un poderoso motivo para mantenerse apartado.
El orgullo y su calor.
Se conocía de antemano que la época de caza nocturna se programaba con anticipación por el Jefe Cultivador. Sin embargo, no era de conocimiento común que esos días coincidían con los calores de Jiang Cheng. En el pasado, no supuso molestia alguna para él envenenar su sistema y suprimir su calor con hierbas medicinales; pero desde que el consejo se enteró, hizo vocal sus intenciones con respecto a un heredero, poniéndolo entre la espada y la pared.
Si continuaba utilizando las hierbas, entonces pondrían a otro líder como cabeza del clan y de la secta, un regente que sí se preocupara por dar pronto un sucesor.
Es por ello que ha vetado de su vida las hierbas medicinales. Pero a pesar de que tuvo la oportunidad para negarse a participar, creyó que era posible resistir su calor mientras cazaba.
Cuán equivocado estuvo.
A pesar de que posee una excelente condición física, Jiang Cheng sabe que la naturaleza es una jodida mierda en su actuar.
Ahora, yace desfalleciendo como un maldito orgulloso con la espalda recostada incómodamente a un rígido tronco mientras respira con fuerza, intentando enfocar el bosque circundante a su alrededor.
El sudor empaña su mirada, su frente nívea y todo su cuerpo. No hay un recoveco de su piel que no se halle incómodo ante la circunstancia. Sabe que sus calores son inmisericordes. Ni siquiera un pequeño sosiego pueden mermar las cadenas que lo atan a una naturaleza tan malévola como el hecho de ser un maldito Omega.
El aroma dulce del loto empañado con la tierra húmeda y la tormenta cerniente infectan todo a su alrededor y Jiang Cheng debe contener la mueca de disgusto al momento de percibir cómo un nuevo chorro espeso, resbaladizo, mancha su pantalón. Debe alejarse, esconderse o buscar un lago. Encerrarse en una cueva también es factible.
Alejarse de los Alfas que sabe, yacen alrededor.
Apenas olfateen el embriagante aroma, difícilmente podrán contenerse ante un Omega virgen y sin reclamar.
