𖠁 01 𖠁

241 33 9
                                    

Recorrí el camino hasta el elevador de mi piso, pero antes de ingresar a este por instinto regresé hasta casi la mitad del trayecto para quedar parado justo en frente del departamente 325. La puerta llamo a mi mano la cual voluntariamente se ofrecio para dar unos golpecitos como tenia de costumbre, solo que esta vez nadie abrio la puerta y el pasillo siguio en completo silencio.

Arrastre mi desastroza existencia hasta el elevador donde entre sin mucho esfuerzo y oprimí el primer boton esperando llegar a mi destino.

Estaba decidido a dejar de lado mis responsabilidades por un día y dirigirme a la plaza mas cercana que tuviese chicos rapeando en medio de esta. Durante el último mes logre perder tres trabajos seguidos, y con esta falta tendría que buscar mañana un cuarto del cual también me echarian en un par de dias. Por ahora solo tenia pensado dejar de lado mis preocupaciones y disfrutar un poco mi adolescencia hasta que el hambre o el alquiler tocasen mi puerta obligando a mover mi trasero y ganar algo de dinero.

—¿De nuevo desempleado?— el menor de los Mansilla me recibio en las inscripciones con un tono bastante burlón —Te advierto que mi casa esta llena y no podrás vivir en esta cuando te bote a patadas tu casero

Tome la pluma y escribí en uno de los casilleros mi nombre junto con el a.k.a y edad.

—Siempre tan considerado, Marcos— le devolví la hoja de inscripciones con una gran sonrisa —Por cierto, escuche de un nuevo chico que te ganó en la anterior final.

El bufido dijo todo. Seguí mi camino recorriendo la plaza hasta encontrar una banca no tan alejada de la cual me apodere por completo sacando un cigarrillo; no se si el viento soplaba muy fuerte o me dio alguna tembladera por falta de algunas proteínas, pero no lograba prenderlo del todo.

—Mierda— masculle tirando el encendedor al suelo

—Dani— Carlos me empujo suavemente dandose espacio en el asiento —El nombre del nuevo chico que le vencio a mi hermanito y como si fuese poco lo humillo dejando en claro que ni se habia esforzado

¿Alguien capaz de dejar en ese estado el orgullo del crio de los Mansilla? Daria mi último envace de dulce de leche por ver tal hazaña.

Entre los varios oponentes que se enfrentaron contra Marcos, solo algunos de los más experimentados pudieron con la victoria y dificultosamente. Aquel chico si se lo proponia podia hasta con los mayores exponentes y si supiera ingles estoy segurísimo que hasta con el mismísimo protagonista de 8 Mile.

—Necesito su autógrafo ya, ¿Crees que si le hago un altar me vea tan patético?

Carlos se limito a soltar una carcajada negando repetidas veces mientras apoyaba todo su peso en ambos brazos.

—El chico ya es una leyenda, siempre que concursa deja a todos sorprendidos y se lleva una victoria memorable. Pero no es común verlo como espectador ni suele venir a diario, es como un fantasma que deja su huella cada vez que aparece.

—Quiero conocerlo— confesé

—Suerte en eso, aun que quizás terminan siendo amigos— levanto el encendedor que hasta entonces seguia en el suelo

—¿Por qué crees eso?— mostre mi mano abierta esperando que me entregara el objeto

—Me recuerda bastante a ti cuando comenzaste a venir a las plazas como "el niño promesa"— hizo énfasis en lo último —Es algo retraido como tú lo eras y tiene ese vacio en los ojos

¿Vacio? Obviamente no me conocia tan bien como tenia pensado.

Sin previo aviso se levanto con la intensión de irse pero lo detuve agarrando su brazo.

—Tienes algo que me pertenece

—¿El encendedor?— lo paso por entre los dedos demostrando su agilidad —Creo que lo tomare prestado

Y se alejo sin más. Como odiaba esa actitud de sabelotodo y superioridad al mismo tiempo, la peor mezcla que podia haber. Pero no iba a negar que Carlos siempre fue como un padre para mí.

Yo también me fui de aquel lugar a regañadientes. Entre los árboles espere durante casi una hora a que comenzara la jornada del día y por consiguiente mi batalla. No voy a negar que mi mente estaba en otra cosa, el trabajo que estaba perdiendo en ese preciso instante, las deudas que de a poco me estaban destruyendo, mis padres y nuestra pésima relación, el encededor que acababa de perder y Dani... ¿Estaba pensando en Dani? Definitivamente acababa de enloquecer, pensar en alguien que ni conozco es bastante desquiciado pero curioso.

Como tenia previsto, perdí en cuartos dejando una gran oportunidad de renombre por mis pensamientos insoportables y la vocecita irritante que me recordaba mi realidad. Y como era de esperar los Mansilla se llevaban de nuevo el primer y segundo lugar dejando esta vez al mayor coronado como campeón.

Después de la celebración, una pequeña borrachera y rimas sueltas; termine por dirigirme a mi departamento bastante cansado. La noche ya habia caido, el tiempo literalmente se paso volando y con este se gastaron mis fuerzas dejandome agotado.

Subí en el elevador el cual me dejo en el pasillo del noveno piso donde baje para ir a mi propiedad anioso por tocar mi cama y dormir placenteramente después de un cansado día, tal vez terminaría pidiendo una pizza para cenar o engañaria al hambre a base de agua y cereal. El punto es que mis sábanas me llamaba a gritos, pero termine parado frente a la 325 como siempre. Como buen patético que era toque la puerta esperando que Sonya responda con aquella sonrisa tan linda que lograba desvanecer todos mis problemas y su calido cuerpo abrazando el mio hasta que quede dormido entre sus brazos.

Lamentablemente, la verdad es que quedaba como un idiota que solo hacia esto como recordatorio de lo cobarde que fui al dejar ir a la persona más importante en mi vida sin confesarle lo feliz que me hacia.

Solo que esta vez no quede como un idiota y la puerta se abrió.



⊹⊱•••《 ✮ 》•••⊰⊹

Inspiración mañanera (bueno de madrugada)

   ⃟ ཹ։❀🌈 ɴᴇɪɢʜʙᴏᴜʀ ⿴ ᴡᴏꜱᴀɴɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora