Parte uno

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La fresca brisa otoñal se colaba por el ventanal, enfriando un poco el cuarto. Sin embargo, eso no era un problema para el joven que se encontraba sentado en el escritorio, con una manta sobre los hombros y una taza de chocolate caliente a su lado, repasando los apuntes de Biología que tenía enfrente.

Estudiaba cómo funcionaban los supresores de los omegas, el proceso de anudación cuando mantenían relaciones y qué hacer cuando te encuentras en tu celo, tanto para los omegas como los alfas.

A Henry Hart se le facilitaba el tema al ser él un omega, y ya estaba acostumbrado a los celos ya que el primero lo tuvo a los trece, cuando normalmente es a los quince.

En fin, este examen era importante ya que valía el treinta por ciento de su calificación del semestre, y sus amigos, Charlotte y Jasper, probablemente estaban haciendo lo mismo que él.

O tal vez no, ya que eran las doce con treinta de la madrugada y, conociendo a sus amigos, ninguno se quedaría despierto hasta esa hora estudiando.

En algún párrafo sobre la anudación, se quedó dormido sobre sus apuntes, lo cual no era de sorprenderse, era tarde y tuvo un día agitado como Kid Danger.

Sin embargo, fue despertado por el irritante sonido de su reloj, lo cual le pareció raro; Ray casi nunca lo llamaba a en la madrugada, más aún sabiendo que al día siguiente tenía examen.

Había solamente dos luces, lo cual indicaba que no era taaan grave, pero sí debía ir a la capicueva, probablemente algún villano estaba atacando. Por las dudas se transformó en Kid Danger, mientras se preguntaba si sus amigos también habían sido citados.

En el transcurso a Basura y Más pensó mucho en Ray, su jefe alfa y la persona la cual estaba enamorada. Inevitablemente sonrió al recordarlo. Por suerte sus sentimientos eran correspondidos, incluso ya tuvieron un par de citas. La edad no era un problema para ellos y para sus amigos tampoco, mientras sea una "relación" buena, sana y que ambos se amen, pues estaba perfecto.

Últimamente tenía ganas de comentarle la idea a Ray de formalizar, poder llamarse "novio" libremente y ser etiquetados así. Henry Hart, novio de Ray Manchester... Sí, le gustaba como sonaba eso. Sonrió a la nada mientras seguía caminando.

Pero le daba miedo dar ese paso, miedo de que quizá Ray no quiera o que él, Henry, al ser una adolescente, no estuviera preparado para una relación seria con un alfa mayor.

Quitando esos pensamientos negativos de su mente, llegó entre bostezos a la tienda cerrada, abrió y se dirigió al elevador, pero las conocidas voces de Charlotte y Jasper, una beta y un alfa, lo detuvieron.

"Hola, Hen..." saludó la chica en medio de un bostezo, se notaba que recién había despertado, al igual que el alfa, quien aún llevaba un ridículo pijama blanco con pequeñas bananas dibujadas.

"Hola Char, hola Jasper" los tres subieron al elevador mientras se saludaban, todos se notaban cansados por el horario, pero el más despierto era Henry.

Mientras bajaban a una velocidad exageradamente rápida, a la cual ya se habían acostumbrado, Henry masticaba goma de mascar y se destranformaba.

"¿Para qué creen que Ray nos citó?" volvió a hablar.

"Solo espero que tenga una muy buena razón para eso, sino me iré a mi casa" dijo Charlotte, un poco fastidiada, rodando los ojos. "Fue difícil salir sin que mis padres se dieran cuenta".

"Además, tenemos..." un bostezo interrumpió a Jasper, "tenemos el examen de biología mañana".

Cuando se abrieron las puertas del elevador, vieron las luces prendidas. Schwoz, un beta genio de la informática, estaba ahí, pero no había rastro de Ray.

"Hola Schwoz" saludaron los tres al unísono, con voz cansina mientras se sentaban en el sofá giratorio, apoyando la cabeza en este.

El beta, quien estaba más despeinado de lo normal, solo les hizo un gesto con la mano, también cansado.

"Hola chicos" saludó.

"¿Sabes para qué nos llamó Ray?" habló Charlotte, apoyando la cabeza en la parte trasera del sofá. Él negó y los cuatro se quedaron el silencio, esperando al jefe del lugar.

Cuando Henry estaba por dormirse otra vez, apareció Ray por el elevador, luciendo una bella camisa y unos skinny jeans negros. Se veía hermoso, a los ojos de Henry, quien sonrió al verlo. Pero esta misma desapareció al ver que no estaba solo, sino que una mujer, de pelo castaño oscuros, ojos claros y sonrisa encantadora, estaba hablando animadamente con él. Gracias a su aroma identificó que era una omega.

Se removió en su asiento, incómodo; esto no le traía un buen presentimiento, y lo peor de todo, es que no sabía porqué. Charlotte lo miró.

Cuando Ray vio al resto del "equipo", ambos dejaron de hablar y entraron con una sonrisa cada uno, con la chica aferrándose al brazo de Ray, lo cual confundió a todos.

"Ray, ¿hay alguna buena razón por la que nos hayas llamado a la una de la madrugada?" le reprochó Charlotte, parpadeando lentamente.

"Mañana tenemos examen, lo sabes" agregó Jasper, despertándose y sacando la cara de la mesa.

"Hola, Ray" sonrió Henry a su «casi-pareja», sin embargo, el alfa pareció no haberlo escuchado ya que ni se inmutó a su saludo. Esto confundió a los cuatro, quienes fruncieron el ceño. Sin embargo, el semblante del rubio se volvió algo triste.

"Oh, ¡hola, chicos!" saludó, más alegre de lo normal. Sus feromonas desprendían un olor fuerte, que marearon un poco a Henry. "Les tengo una noticia, es muy importante para mí y... un gran paso en mi vida" él y la chica se vieron y rieron un poco.

A Henry no le agradaba nada la situación y se notaba en sus puños, los cuales mantenía cerrados bajo la mesa.

"Ella es Wen, y... estamos comprometidos" sentenció.

De pronto un súbito silencio inundó la capicueva y los oídos de Henry empezaron a pitar.

¿Qué? ¿Había escuchado bien? Eso debía ser una broma de mal gusto, ¿verdad? ... A Ray no le gustaba mucho bromear, pero eso debía ser un chiste, ¿no?

Una broma por el día de los inocentes adelantada, tenía que ser eso, no había otra explicación a lo que estaba pasando.

"¿Que tú qué?" Jasper fue el primero en hablar, rompiendo el silencio y abriendo los ojos en grande.

"Ray, ¿hace cuánto conoces a... Wen?" preguntó la morena, mientras se paraban lentamente del sillón. Excepto el rubio, quien aún miraba fijamente a la pareja.

"Oh, desde ayer" sonrió.

"¡¿Ayer?! ¡Ray, no puedes casarte con alguien que conociste hace menos de dos días!" estalló Schwoz, moviendo los brazos.

Charlotte y Jasper abrieron muchos los ojos y asintieron a lo dicho por el beta.

"A pesar de eso" habló la mujer llamada Wen, "nos amamos, y aunque ustedes no quieran, nos casaremos" vio a Ray y ambos se besaron.

Esa fue la gota que colmó el vaso. Los ojos de Henry se aguaron pero, a pesar de ello, parpadeó rápidamente para no llorar, mientras se levantaba del sofá. Los otros tres en sala miraban atentos cada uno de sus movimientos.

"Ray..." lo llamó, acercándose. Ambos se separaron y lo vieron. "¿Podríamos hablar a solas... por favor?" pidió con la voz entrecortada y en tono de súpilca. El mayor asintió y se fueron a la habitación detrás del engranaje.

𝐌𝐔𝐅𝐅𝐈𝐍𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora