narrador omnisciente:
harry iba en su auto último modelo manejando a toda prisa, hoy definitivamente no era su día. estuvo en una reunión con algunos empresarios y le llevó tanto tiempo que salió dos horas después de su horario habitual. y eso no era lo peor... lo peor era que era su aniversario con lou, con quien llevaba 3 años de noviazgo.
tenía planeado ir a cenar a un restaurant muy refinado, pero gracias a su trabajo el chico de rulos tuvo que llegar a casa y pensar otra manera de celebrar su aniversario. a éstas horas no conseguiría una mesa vacía.
estacionó su auto en frente de su hogar, el cual compartía con su bebé, bueno no era un bebé, él tenía 23 años pero aún así a harry le gustaba decirle ese apodo. luchó con las llaves y su maletín para luego traspasar el umbral de la puerta y soltar un suspiro estresado. dejó el maletín en el sofá, se aflojó la corbata y empezó a buscar al amor de su vida.
buscó en la cocina, en el baño, en su cuarto el cual compartía con lou, pero no había nadie. Y eso lo preocupó más. frunció el entrecejo y pensó ¿dónde se iría louis? sólo él podría saberlo. de repente chasqueó los dedos y sonrió. salió por la puerta trasera de su casa observando el patio trasero, el cual se encontraba alumbrado por faroles; dirigió su mirada al árbol que se encontraba en una esquina y fue bajando hasta encontrar lo que buscaba. louis estaba recostado en éste, con sus brazos detrás de su cabeza mientras miraba el cielo nocturno, al cual se le podía apreciar las pocas estrellas que poseía además de la hermosa luna.
se acercó y se tiró a un lado de su novio abrazándolo por la cintura.
-hola amor- susurró dejando un beso en esos labios que tanto había extrañado toda la tarde.
-hola- contestó seco.
-bebé, ¿qué ocurre?- preguntó harry preocupado al ver a louis con un semblante serio y una mirada fría.
-nada- le dijo mientras se sentaba y se alejaba de harry dándole la espalda.
-te conozco lou, dime, ¿estás enojado?- el ojiazul bufó. -bueno, tomaré eso como un si- concluyó acercándose de nuevo.
-eres un idiota- soltó de repente el chico sin mirarlo.
-¿perdón?-
-que eres un idiota. es nuestro aniversario y no estuviste conmigo en todo el puto día- escupió con cierto dolor.
-oye amor, sabes que trabajo y que de eso depend...-
-trabajo, trabajo, trabajo. es de lo único que hablas. ¿no puedes simplemente tomarte un jodido día?, además eres el jefe de esa empresa y ni tienes que pedir permiso- suspiró. -empiezo a creer que te importa más tu trabajo que yo, que soy tu novio- lo escuchó sollozar y eso al ojiverde le partió el corazón.
se golpeó mentalmente varias veces y se insultó a la vez. louis tenía razón, el es el jefe puede faltar un día al trabajo. inhaló aire y lo soltó cuando se situó enfrente de su novio el cual ahora le dirigió la mirada. observó sus ojos rojos y de estos salían unos lágrimas traicioneras que louis no quería dejar escapar. sus labios haciendo un puchero e hipaba mientras pasaba el dorso de su mano por la nariz. harry le dio una sonrisa triste.
-lou, sabes que te amo más que a nada en éste mundo. vales mucho más que un simple trabajo, sin ti no sé lo que haría. y tienes razón, lamento demasiado dejarte solo en un día así, soy un estúpido porque no pensé. lamento llegar tarde, lamento todas las veces que he echo lo mismo... prometo cambiar, desde ahora prometo pasar más tiempo contigo. porque tú si lo vales todo, eres mi otra mitad bebé- limpió las lágrimas de esos ojos azules como el mar. -no sabes como me odio por hacerte llorar, cuando lloras siento que algo se rompe en mi, y es peor cuando el culpable soy yo. ahora sólo quiero que me perdones por favor, yo... uhg, me siento muy mal lou- susurro lo último clavando su mirada verde en su chico.
-yo... y-yo te per-perdono... harry, ssolo no-no vuelvas a dej-dejarme en ocasiones que-que tienen tanto... valor para-para mi- hipó y lo miró.
harry lo tomó por los hombros y lo abrazo transmitiéndole calor y cariño. que en ese momento louis tanto necesitaba. se separaron y harry acercó su rostro al de su novio para juntar sus labios en un suave movimiento. harry se separó y besó la punta de su nariz.
-ahora, no quiero ver más pucheros- dijo harry. -así que, ¿una sonrisita para mi lou?- pidió acariciándole las mejillas húmedas por las lágrimas.
louis lo miró y abrió paso a una débil pero linda sonrisa, haciendo sonreír a harry. el recién nombrado estaba agradecido de tener un novio tan perfecto.
-bueno, mi idea para ésta noche era ir a un restaurant... pero como llegué muy tarde, tendremos que descartar esa idea- suspiró harry derrotado. -aún así tengo una sorpresa para ti lou... pero primero vallamos adentro ¿si?-
-¿una sorpresa? ¿qué es?- soltó louis con sus ojos brillosos.
-uhm, es algo, pero te propongo por mientras que busco mi sorpresa, que vallas y coloques una película y busqués las palomitas de maíz y me esperes en el sofá, ¿de acuerdo bebé?- lo beso y ayudó a levantarlo del suelo.
louis asintió y corrió hacia adentro entusiasmado, mientras que harry sonreía y unos nervios se apoderaban de el haciéndole sudar frío.
-aquí vamos... espero no arruinarlo- susurró para sí mismo.
corrió y se dirigió a la habitación, rebuscó en su cajón de remeras un objeto de forma cuadriculada de color azul oscuro, una vez lo tubo en sus manos se dio ánimo y sonrió con una mueca.
bajó las escaleras y lou ya lo esperaba con la película en pausa y las palomitas de maíz sobre su regazo. se acercó a él y lo besó un tiempo largo mientras sacaba el tazón de sus piernas y lo dejaba en la mesita ratona. se separaron por falta de aire y harry preparado comenzó:
-louis, verás... ehm yo, bueno, eres una persona muy especial, eres como mi rayo de luz. cuando sonríes mi mundo se ilumina, tu voz me hace suspirar porque es tan hermosa y amo la forma en que se te forman esas arrugitas a los costados de tus ojos al sonreír. amo todo de ti, cada parte, tu crees que estas lleno de imperfecciones pero para mi eres perfecto lou, tal y como eres...- hablo mientras se colocaba en cuclillas.
-que... ¿que quieres decir harold?- chilló algo emocionado louis.
harry se relamió los labios, lo miró y abrió la cajita. -quiero decir que no quiero estar con nadie más, que quiero pasar el resto de mi vida contigo, con el ser más hermoso que mis ojos han visto. Louis tomlinson, ¿te casarías conmigo?- susurró bajito.
esperó unos segundos pero el silencio inundó la sala. inmediatamente harry pensó que tenía que haberle propuesto matrimonio en un lugar más hermoso como el parque o en un lugar mas delicado como un restaurant. se iba a poner rojo de la vergüenza pero fue interrumpido por un grito poco masculino y seguido un abrazo que lo tumbó de espaldas en el suelo.
jadeó por la sorpresa y sintió como su ahora prometido lo llenaba de besos y gritaba "¡si, si, si, acepto harry!" soltó aire aliviado y se disculpó por no haber sido tan casual, pero su ahora esposo dijo que no importaba y que aún así todo fue hermoso. se sentaron en el sofá abrazados y harry vio por segunda vez llorar a louis.
-eh, eh, no te olvides, ¿una sonrisita para mi lou?- volvió a decir como hace un rato atrás.
-claro idiota- rió y sonrió. -ahora cállate y déjame llorar de felicidad mientras miramos la película- contestó golpeando su hombro.
y harry supo que al final, después de toda la mierda de su día, no terminó tan mal como pensaba. y rió mentalmente por ser un pesado al pedirle esas sonrisitas a lou, que sólo el aludido sabía hacerlas perfectas.
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¿una sonrisita para mí, lou? ✧ l.s ✧
Fanfiction➳ o.s harry ama ver sonreír a louis. unos inconvenientes hacen que su sonrisa desaparezca y el rizado trata de arreglarlo para poder ver esa sonrisita nuevamente.