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Sonreí hipócritamente, igual como ella lo hacía.
No te metas conmigo, cariño.
—Que bonitas facciones tienes, linda.— Acercó su mano pero me alejé un poco.
—Gracias.— Reí con hipocresía.
—Cariño, ¿por qué no vamos por allá?.— Taehyung tomó el costado de mi cadera luego de hablar con sus superiores. La cara de la tipa cambió en cuanto él se apareció.
—Kim Taehyung, un gusto.— Estiró su mano esperando a ser besada por él. Taehyung la miró desinteresado.
—Igual. Permiso.— Me hizo caminar hasta sentarnos en una mesa, con algunos rostros que ya había visto.— No hagas nada malo.— Susurró en mi oído en forma de regaño.
—¿Algo malo como rebanarle esos pechos falsos?.
—Exacto.— Tomó mi mano entrelazando nuestros dedos.
—Haré lo mejor posible.— Sonreí con inocencia provocando una risa de su parte, seguidamente besó mi mano.
El organizador del pequeño evento dió unas cuantas palabras acerca de la repentina muerte de Dong Young, ex CEO de la gran empresa, ex jefe de Taehyung y ex quedante mío. Carraspee mi garganta llamando la atención de Taehyung y alcé ambas cejas, él rió y volvió a darse la vuelta al ser nombrado por el organizador felicitándolo por su puesto de, ahora, nuevo CEO.
Taehyung se levantó luego de ser invitado para pasar al pequeño escenario y dió unas palabras que no me interesaban del todo. Hasta que la tipa subió al escenario junto con un papel en sus manos llamando completamente mi atención ante sus descarados movimientos de cadera para traer atención de hombres, como el mío pero éste ni se inmutó.
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—... y a la mujer que más amo en mi vida, mi esposa Yang Hana.— Recobré conciencia al escuchar eso. Los aplausos se hicieron presentes al igual que una seña de parte de Taehyung pidiéndome acercarme.
Al momento de pasar junto a su lado, la empujé disimuladamente para poder tomar la nuca de Taehyung fundiéndonos en un dulce beso.
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—Iré al baño, ¿me das un momento?.— Taehyung asintió mientras comía el platillo fuerte que nos habían servido. Tomé mi bolso y me dirigí al baño.
Hice mis necesidades y salí para lavar mis manos y retocar mi maquillaje.
—Oh, hola linda.— Miré a través del espejo. La ignoré.
Mientras ella se acercaba y hacía lo mismo que hice hace un momento, yo guardaba lo mío yendo hacia la puerta.
—No dudo que Taehyung te sea infiel —Habló mientras tomaba la perilla.—, digo, es millonario y muy guapo. Tendría a todas a su merced, incluyéndome.— Comenzó a colocarse lápiz labial. Me acerqué a ella sin articular nada.— ¿A que sí?.
Inesperadamente, empujé su lápiz labial dentro de su boca, asegurándome que se haya atorado en su garganta. Tomé ambas manos colocándolas en su espalda y la incliné hacia arriba haciendo que se le dificultase respirar aún más, además de no poder sacar el lápiz de allí.
—No creo que eso suceda si te mueres, cariño.— Reí leve al mirar su reacción en el espejo.
Sus piernas comenzaron a perder fuerza, colocándose de rodillas finalmente acostándose. Mientras terminaba de morirse, saqué unos guantes de mi bolso, y tomé agua y jabón para lavar las zonas en las que le había tocado, finalmente secándola con papel.
Verifiqué que su pulso haya desaparecido sonriendo. Me levanté y abrí la puerta para salir, coloqué el seguro y cerré la puerta, ya fuera del baño, para que nadie pudiese entrar.
—¿Por qué tardaste?.— Preguntó Taehyung en cuanto me senté a su lado.
—No le rebané los pechos.
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