Ex-Novio ( Finalizado)

Capitulo 2 2.4

....Si tan sólo no estarían tan apartados.

–Fuiste el mejor novio que he tenido –de repente soltó en un susurro.

Sorprendido por la repentina declaración, Yibo se aclaró la garganta, sonrojándose.

–¿Qué? –Xiao cuestión, al notar la incomodidad de Yibo–. No es como si no lo supieras.

–Yo... –Yibo tomó una respiración profunda, mirando por la ventana–. Deberías no pensar en mí de esa  manera.

Xiao sólo se rio.

–Si te odió –Xiao reveló, volvió la cabeza para mirar al castaño–. Pero tengo que admitir que a veces todavía te extraño, aunque obviamente, no debería.

Después de algunos segundos de silencio, Yibo decidió añadir algo.

–Nosotros en verdad... estábamos bien juntos.

–No te fuerces, sé que no me querías tanto como yo a ti. – Xiao Zhan suspiró–. Así es la vida, así pasa.

Sobresaltado, Yibo se enfrentó a Xiao.

–Eso no es cierto –
precisó.

–Si me hubieras amado, no me habrías dejado tan fácilmente.

–No fue fácil.– Yibo bajo la miraba al piso de la cabina–.
Definitivamente no lo fue.

Xiao se quedó en silencio un momento, eligiendo sus siguientes palabras.

–Sólo deseo que nunca te hubieras ido.     
–Xiao se cubrió la boca con el dorso de la mano, tratando de controlar sus emociones–.

Desapareciste por completo después de romper conmigo. Fue como si te murieras, ¿Sabes? Fue demasiado repentino y no había nada que pudiera hacer al respecto.

–Yo...– Yibo se calló, sintiéndose mal.

–Realmente te odie por ello. En serio. Me heriste profundamente. La única cosa que aprendí de eso, fue que nunca me dedicarían a alguien así de nuevo. Eso me hizo más fuerte, de alguna manera.

–No podía... –Recuperando la compostura, Yibo continuó – :No podía impedir tus sueños, Xiao. Soñabas con una vida que nunca podría darte.

–Pudimos haber solucionado las cosas juntos.

–No, no podíamos.
Era imposible. 

–Nada es imposible.

–Xiao Zhan se mordió el labio interior –. Si solo me hubieras hablado acerca de tu situación, seguramente lo habría entendido todo, lo único que quería era estar a tu lado. Pero te rendiste a nosotros sin siquiera intentarlo.

–Como dije, no podía hacerte renunciar a tus sueños. Te merecías a otra persona, alguien que los compartiera contigo.

–Tal vez estábamos soñando el mismo sueño, pero yo era el único que realmente deseaba que se hiciera realidad– Xiao expuso–.

Pero, cómo iba a saberlo, si nunca me dijiste nada de eso. Después de algunos segundos de silencio, Yibo abrió la boca de nuevo para preguntar algo que le molestaba.

–¿Amas a Richard?

– Si – Xiao Zhan respondió sin vacilar–. No tanto como lo hacía contigo, pero sí, lo amo. Él me hace feliz.

–Eso es bueno – Yibo asintió.

Pronto el paseo llegó  a su fin. Estaba a punto de ser medianoche, así que Xiao Zhan sugirió que deberían irse. Ellos regresaron en silencio, con Xiao únicamente intruyéndolo sobre el camino hacia su departamento. Una vez que Yibo se estacionó junto a la acera, Xiao Zhan lentamente desabrochó su cinturón.