Lágrimas de cristal

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Hoy la joven hyliana por fin podría tener su primera semana libre, no dudó ni dos segundos en decidir a donde quería ir a disfrutarlos, llegó a la que ahora era su casa y empezó a empacar lo que necesitaría.

—¿A dónde irás, enana?– Le preguntó el rubio.

—Iré a ver a Mipha al dominio.– Respondió la joven chica.

—Muy bien. Diviértete.– Replicó el rubio con una sonrisa.

—¿No quieres venir conmigo?– Preguntó la joven chica.

— Lo lamento, ______. No puedo, tengo que escoltar a la princesa Zelda hasta la fuente del valor.– Respondió el rubio.

—¿Aún no ha despertado su poder? Que mal, aunque espero que lo logre pronto.– Replicó la chica mientras salía de la casa y se montaba en su caballo para irse.– Adiós Link, te veo en una semana.

—¡Cuídate!– Le dijo el rubio mientras la despedía con la mano.

Cuando hubo llegado al dominio, pidió a los guardias hablar con la princesa Mipha, ellos la llevaron con la princesa y cuando se vieron se abrazaron con cariño.

—Felicidades por ser nombrada caballero.– La felicitó la princesa.

—Gracias, aunque tengo algo más importante qué contarte.– Dijo la joven chica con una sonrisa torcida.

—Yo también tengo algo importante qué contarte, pero mejor vamos a un lugar más privado, sígueme.– Le dijo la princesa para después llevarla de la mano a otro lugar.

Luego de unos minutos, allí estaban las dos, sentadas en la trompa de la bestia divina Vah Ruta, bestia que controlaba Mipha, ______ felicitó a su amiga por ser elegida para manejar a Ruta, pero luego llegó la conversación importante.

—Entonces ¿Qué es eso importante que querías contarme?– Preguntó con dulzura la princesa.

—La cosa es que...– Empezó a decir la joven hyliana mientras lágrimas de cristal empezaban a salir de sus azules ojos.– Huí de casa...

—¿¡Qué!?– Pocas veces la princesa Zora se alteraba tanto, pero esta vez lo hizo al escuchar las palabras de su amiga.

—Mis padres no estuvieron en mi nombramiento como caballero y cuando se los reclamé tuvimos una pelea y decidí irme de casa.– Dijo la joven hyliana mientras se lanzaba a los brazos de su amiga y seguía llorando.

—¿Y tienes en dónde quedarte? ¿Necesitas algo?– Le preguntó con preocupación la princesa mientras acariciaba el cabello de su amiga.

— La verdad si tengo donde quedarme.– Se secó un poco las lágrimas.– Esa misma noche, me encontré con Link, le expliqué mi situación y me ha dejado quedarme con él desde ese entonces, la verdad nos llevamos muy bien.

—Qué bueno, ya me tenía preocupada que no tuvieras donde quedarte.– Dijo con tranquilidad la princesa.– Link siempre tan gentil...

—Y bueno.– Dijo la joven hyliana mientras volvía a tomar una posición seria.– ¿Tú que querías contarme?

—Ah, pues...– La princesa se sonrojó levemente.– No te lo había dicho antes porque pensé que no lo conocías, pero con lo que me has dicho ya te puedo contar, estoy enamorada de Link y pienso pedirle matrimonio.– Dijo con pena la joven princesa mientras le mostraba a su amiga la armadura Zora que le había hecho al rubio.

Algo en la joven hyliana se quebró, no sabía porque esa noticia no la hacía sentir bien, debía estar feliz por su amiga pero no lo estaba en absoluto, no quería que su amiga se casara con alguien más, su cabeza le daba vueltas por no saber de donde venía ese sentimiento, hasta que una idea llegó a su cabeza "¿Y si me estoy enamorando de Mipha y por eso no quiero que se case con Link?"

—¿Qué opinas?– Le preguntó la princesa.

—Pues... ¡Me parece genial! Felicidades, Mipha.– Le mintió mientras le dedicaba una falsa sonrisa.

—Sabía que me entenderías.– Le dijo la princesa mientras la abrazaba.– ¿Qué te parece si vamos a nadar un rato?

—Sí, vamos.– Respondió la joven hyliana.

Pasaron lo que restaba de la tarde jugando en el agua, entre bromas y risas, la pasaban genial juntas, siempre tenían de qué hablar y si no, nunca tenían silencios incómodos.

Durante la noche, mientras ______ se alojaba en la posada, miraba el techo mientras reflexionaba sobre qué era exactamente lo que sentía por Mipha ¿Era amor? ¿Era amistad? ¿Admiración? No lo sabía bien, pero cuando pensaba en ella y su dulce sonrisa le recorría un escalofrío y podía sentir sus mejillas arder, quizás si estaba enamorada de ella, quizás si.

La joven hyliana sujetó en su mano en relicario de su madre, de verdad dolía extrañarlos.

—Mamá, si estás en alguna parte del cielo, por favor, me ayudaría un consejo.– Dijo mientras derramaba lágrimas de cristal antes de quedarse profundamente dormida.
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Love Prayer (Mipha x Lectora) BotWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora