La fuga

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Al despertar Charlie se enfundo de nuevo en su vestido dorado y su caperuza negra mientras fumaba un cigarillo esperando a Liam para ir a la escuela

-Segura que no quieres que te preste algo de ropa?, y apaga eso no puedes fumar aquí.

-No creo que sea mi talla-dijo Charlie entre risas

-Hola soy Miles

-Yo soy Charlie, mucho gusto

-Amigo no se que pasó anoche pero estas demente- le susurro a su amigo al oído

-Si te lo contara no me lo creerías-dijo entre labios

-¿Chicos? ¿Nos vamos?- dijo Charlie mientras apagaba su cigarrillo

-Yo tengo práctica a esta hora y el campo queda del otro lado así que nos vemos más tarde

Ambos se despidieron de el, al tiempo que salían de la habitación para dirigirse a la universidad en el carro de Liam

Charlie empezó a soltar unas pequeñas risas justo llegando a la escuela.
Liam preguntó curioso soltando un pícaro -¿Qué?- dejando ver sus hoyuelos

-¿No crees que es un poco random? Yo vestida de noche, llegando a la universidad con el chico que me atropelló justo ayer, no lo sé es raro.

-No creo que sea tan raro considerando todo lo que pasó anoche

-Si..demostraste que no eres tan ñoño despues de todo

-jaja muy graciosa, oh rayos mira quien viene ahí -dijo mientras señalaba con los ojos al grupo de amigos de Charlie

-tranquilo ellos no van a hacerte nada si yo no quiero.

-De todas formas Charlie quiero mantener distancia de ellos- le apretó suavemente el brazo en tono de despedida, le regaló una media sonrisa y partió por lo largo del pasillo

Ese gesto le cayo a Charlie como un balde de agua fria, pues súbitamente habia regresado a su realidad como si nada de la noche anterior hubiera pasado, aunque conocía a Liam muy poco sintió en el pecho algo que no había sentido nunca, fue algo extraño y más sabiendo que no lo iba a volver a ver.

-Charlie... ¿Que hacias hablando con ese nerd?- preguntó una de sus amigas mientras le buscaba la mirada

-Nada, solo me recompensó por lo de ayer

-No sabia que Hansen tuviera lo suficiente para pagar algo así- Dijo su amigo el más creido

-No... yo tampoco- dijo Charlie casi como un susurro

-Bien pues va a comenzar química y nosotros teníamos pensado ir al billar ¿Que dices? ¿Tienes otra propuesta?

-No chicos, vayan ustedes tengo que ir a ducharme al gimnasio y tal vez comer algo, los veré luego

-Charlie ¿Estas bien? ¿Te esperamos?

-No, estoy bien, solo que pasan cosas en mi casa y necesito reflexionar sola un rato-mintió

-Bien, llamanos si necesitas algo

-Gracias chicos- exclamó mientras sacaba su ropa de su casillero y la metia a la mochila que también tenía guardada aquella arma de oro.

Odiaba tener que ir al gimnasio pero era por una razón que va más allá de la pereza, pues en ese lugar todavía tenían en pie un altar que las chicas del equipo de volley montaron a su capitana, Fran Prey, hermana menor del mejor amigo de Charlie, Aaron Prey. Tener que pasar cerca de ahi le revolvia la memoria y el estomago, pero necesitaba ducharse para seguir adelante.
Casi estaba lista para marcharse cuando una voz estruendosa comenzó a parlotear en los altavoces de la escuela

SteelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora