El Hilo Rojo

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Un nombre se escribe mientras las sinfonías de música mortuoria acompaña el cuerpo, el quebrado cielo libera la luz de un sol que parece muerto. Un momento frió sujeta la mano de su espíritu, frió de unas nupcias de promesas rotas donde los labios de una parte pronuncian:

"Jack, ¿con cuanta fuerza me amas?"

"Con toda mi vida"

"Pero... Eso no fue lo que te pregunte"

"¿Con que otra fuerza te puedo amar, si no es con la fuerza que me mantiene vivo?"

Tu mirada se postro sobre mis ojos y después tu rostro ante mi pecho, aun lo recuerdo; cuando los vitrales con sus colores iluminados golpean el suelo de la abadía se percibe un aroma particular, tu perfume cuando aun estabas aquí, conmigo.

El crepúsculo llega al portal de la eterna habitación que con el rojizo color ilumina el contorno de la colina ungida, un aura melancólica marca el final de tu vida y el inicio de la oscuridad.

"Con cuanta fuerza, Jack?"

Se escucha la voz de un antiguo rey.

Levante la mirada, la piel blanca y perfumada, aterciopelada y muy clara, yace flotando en el aire como si estuviera sumergido en el océano con finos movimientos. Son los caireles de su cabeza y los luceros de su rostro, me parece familiar, fue el arrebato de un recuerdo, sus facciones y su delgada cintura, tuve dolor, ¿y como no sentirlo?, si era el diablo vestido de mi mujer.

"Recuerda mis palabras,

Recuerda mis dolores,

Hórrido fantasma del pasado, 

Deja en paz mi alma

Y vuela por la noche caucásica,

Deja en soledad mi alma,

Llévate el recuerdo de un remoto Edén,

Deja, pues, la fragancia de aquella mujer.

Si vienes a llevarme,

Bien, ruego mi muerte,

Pues el momento que ocupamos todos, el momento que le pedimos prestado a la muerte para jugar con la fantasía de la vida, fantasía que juega con la rueda del destino,

Me a traído de su trágico

Y del ocaso amanecer de mi vida,

Vida,

Valla suerte la mía,

Pues de los brazos me arrebatas 

La poca cordura que me quedaba,

Sea pues

El fin

O el comienzo de mi locura"

Fue entonces que al terminar mis palabras el antiguo rey abrió el cajón de mi pecho y tomo lo que había dentro para después enredarlo con un hilo rojo.

"Jack, tu alma se oscurecerá para siempre y el atardecer de tu vida jamas tocara tu puerta, caminaras errante y el hilo rojo atormentara tu corazón, no dará tregua por ningún latido"

"Así sea, pues el astro que se pone sobre nuestras cabezas alumbrara mi camino, como las estrellas el firmamento, y si la muerte no toma mi mano, si no hay muerte que me separe de la tierra, para llevar mi espíritu al paraíso de mi doncella, entonces, escribiré mi nombre en la puerta del Infierno que es tu frente, y con el hilo rojo cosere tu boca, para que no digas ninguna palabra hasta ver a mi amada, para que ningún hombre o mujer caiga en tus mentiras, si nunca la vuelvo a ver, son mentiras con las que te aprovechas de la precaria condición de las personas, mas si ella vuelve, tu promesa habrás cumplido y desatare el hilo rojo de tus labios"

Después de esa noche, el sol jamas se asomo por la rivera de mi espíritu, mi piel jamas marchito y el tinte natural de mi cabello jamas decoloro, mi carne no se puede quemar ni envenenar, mucho menos una daga perforara mi corazón. Ya han pasado muchos inviernos, mucho tiempo que el diablo ha estado unido a mi corazón, no he dejado de escuchar con murmullos.

"¿Con cuanta fuerza, Jack?"

La pregunta no cesa

"¿Con cuanta fuerza, Jack?"

Lo juro, que con este hilo rojo que no me dejara probar la muerte, el diablo me ha prometido el regreso, para vernos en la abadía de nuevo, lo juro.

"¿Con cuanta fuerza, Jack?"

Con la fuerza que me mantiene vivo. 





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⏰ Last updated: Jan 14, 2020 ⏰

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El Hilo RojoWhere stories live. Discover now