El Pilar

El viaje comienza

"Hace mucho tiempo, quizás más de lo que puedo recordar, este mundo fue corrompido por una catástrofe terrible. Una noche, como cualquiera, la luna se mostró de rojo carmesí, como si fuese sangre; se percibía una sensación de que la muerte rondaba, y en un simple parpadeo, los Ayakashi habían surgido desde las profundidades de los infiernos, con el único propósito de reclamar este mundo como vuestro.

Diversos reinos se unieron para detenerlos, sin embargo era imposible, su magia, psienergia, era más poderosa que la de un hechicero o paladín normal, y eso no era lo peor, ellos se alimentaban de seres humanos. Su platillo predilecto, vírgenes de corazón puro, ya que eso amplificaba en gran medida sus poderes. El rey de los Ayakashi demandaba a cada reino un tributo, de no ser así, enviaría a su ejército a destruir dicho reino, y este desaparecería de la faz de la tierra. Pasaron muchas lunas, cuando la esperanza ilumino el cielo, y con ello, la destrucción de los Ayakashi. Aparecieron los Pilares..."

Al decir esto, el silencio domino por un breve momento el bar, pero alguien exclamo finalmente.

-Eso es una antigua leyenda chiquilla- el sujeto estaba en la esquina del bar, con una jarra de cerveza, un cigarrillo, y una mirada déspota observando a la joven que había comenzado el relato -¡Todo sabemos que eso fue una invención del reino de Zang, para justificar el porqué de nuevo aparecieron Ayakashi y nuevamente están controlando este reino!

-¡No creo que sea una mentira!- dijo la joven, de cabello largo, piel morena, observando con enfado al sujeto que la desafiaba -¡Creo en la existencia de los Pilares, por eso estoy aquí! Mi pueblo está siendo explotado por un general del rey de los Ayakashi, todos los aventureros que se han enfrentado con él, han sido derrotados.

-¡...!- él la observo detenidamente, nuevamente tomo un sorbo de su cerveza, luego fumo su cigarrillo para exclamar -¡Por tu color de piel, debes de venir de Zair, el reino que fue conquistado nuevamente por el Rey de los Ayakashi, supongo que el general al que te refieres es Druhan, se dice que el disfruta de matar a aventureros, los decapita y coloca sus cabezas en los muros que rodean la capital!

-¡...!- la joven quedo en silencio, respiro brevemente y exclamo -¡No me importa, lo que digas tú, mi padre o mi abuelo, encontrare a los Pilares yo misma, aun cuando me cueste la vida!

-¡Esta bien!- se levantó, coloco un par de monedas en la mesa y se acercó a la joven -¡Te llevare con alguien que esta tan loco como tu sobre los pilares, de seguro sabe si existen o no!

-¿Por qué lo haces, luego de haberme humillado de ese modo?- pregunto molesta la joven.

-¡No me mal interpretes chiquilla, es solo que si te dejo ir así por así, causaras más problemas, este bar es tranquilo, y siendo honestos, me temo que Druhan ya ha de haber puesto precio a tu cabeza, así que no me extrañaría que algunos aventureros vinieran por ti para matarte! Me llamo Marko.

-¡Me llamo Aria!- dijo la joven un tanto confusa por la actitud de aquel sujeto

-¡Bueno Aria, acompáñame!- la tomo de la mano, salieron del bar, el joven la subió a su caballo -¡Sujeta fuerte Aria, es un viaje muy largo!

El viaje duro tres días, cuando finalmente llegaron a su destino, una vieja cabaña, entre el claro de un bosque, ahí fueron recibidos por una joven que los saludo con una sonrisa.

-¡Vaya Marko, veo que finalmente te conseguiste a una novia muy linda!

-¡Deja de decir tonterías Rumi!- miro con desprecio a Aira -¡Esta chica es solo, un pequeño estorbo, que mi corazón tan altruista, quiere ayudar a que solucione su problema!

-¿Altruista?- Rumi lo miro con ironía -¡Algo te traes entre manos, y por lo que se ve, tiene que ver con dinero! Bueno pero no importa ya.- miro a Aira -¡Mucho gusto, me llamo Rumi!

-¡Un placer soy Aira!- sonrió

-¿Esta tu maestro?- pregunto Marko con seriedad

-¡Si, está por venir!- miro a lo lejos, un joven de cabello largo y negro caminaba lentamente, portaba una extraña túnica negro, observo a Rumi y sonrió, luego observo a sus visitantes.

-¡Vaya, parece que finalmente Marko consiguió una novia muy hermosa!
-¿Qué dices?- Marko lo miro enfadado, Aira se sonrojo -¡Ella no es mi novia, es solo una joven que necesita ayuda!

-¡Dime Marko!- exclamo el joven de cabello largo con sonrisa pícara -¿Desde cuándo te preocupas por jóvenes en peligro? Viniendo de ti es que es obvio que quieres algo a cambio, jovencita, ten cuidado con él es un mujeriego empedernido

-¡...!- Aira se sonrojo más -¡Marko se ofreció a ayudarme a encontrar algo muy importante!

-¡En serio!- el joven hizo una mirada de asombro -¡Seguro que te esta extorsionando y no quieres decirme la verdad!- el joven la miro con una calidez inimaginable, luego se acercó a Rumi -¡Prepara dos puestos más tenemos invitados!

-¡Si Maestro!- Rumi entro a la cabaña, el joven se sentó en una roca que estaba cerca, observo a sus dos invitados con detalle

-¡¿Qué sucede Marko? No es que no tenga confianza en ti, aunque la verdad nunca has sido alguien en que yo pueda confiar, pero sé que tus decisiones no son tan predeterminadas

-¡Ella necesita información!

-¡Necesito encontrar a Los Pilares!- exclamo Aira, el joven se quedó en silencio.

-¡Por esa razón la traje a este lugar, busca a los pilares para que puedan derrotar a Druhan!

-¡...!- el joven miro a Aira -¿Te llamas Aira, no es así? Dime que sabes de Los Pilares

-¡Según la leyenda, héroes con grandes poderes capaz de derrotar a los Ayakashi!

-¡Héroes!- sonríe el joven -¡Los Pilares en realidad eran personas que cometieron un pecado enorme, renunciaron a su alma para obtener los poderes de un dios, están malditos, y todo lo que tenga que ver con ellos, irremediablemente muere!

-¡Sabe mucho de ellos!

-¡Los Pilares eran 4 almas que decidieron vender su humanidad para salvar a esta tierra de los Ayakashi, no eran guerreros, pero sus poderes eran superiores incluso al rey de los Ayakashi, simplemente era algo que era increíble de ver!

-¡Te lo dije, él también está obsesionado con los pilares!

-¡Disculpe!- exclamo Aira -¡Aun no me ha dicho su nombre!

-¡Me llamo Sariel!- dijo sonriendo -¡Es un placer conocerte!

-¡Joven Sariel! ¿Cuenteme màs sobre los pilares?

-¡Al ser almas malditas, habían recibido la protección y los poderes de un dios, dioses de diferentes mundos, y de lejanías incomparables, se dice que eran capaz de partir una montaña en dos, solo con sus manos! Eran 4 en total, su formación había sido en diferentes mundos, y a su vez adaptaron el nombre de pilar correspondiente a los 4 puntos cardinales. El 4 pilar, Oeste, era adepto al elemento agua, su dios regente era Ra, el dios antiguo de los egipcios, una civilización muy poderosa de tiempos antiguos, lejos de estas tierras. Poseía una extraña espada, cuya hoja era de energía pura, la cual condensaba a través de unos cristales antiguos. El 3 pilar, Este, era adepto al elemento hielo, se había criado bajo el lema de los caballeros, ofreciendo su lanza para proteger al inocente, y erradicar la maldad, quien lo protegía era Chaos, uno de los primeros dioses de Grecia. El 2 pilar, líder de los 4, era adepto al elemento fuego, usaba una extraña espada, parecida a la que porta Marko, sin embargo, esa espada era capaz de perforar la barrera del tiempo, su hoja se iluminaba en llamas al percibir la maldad. Quien lo protegía era Thor, el guerrero legendario.

-¡Sabes mucho sobre ellos!- dijo con sorpresa Aira, entusiasmada por toda esa información -¿Qué hay del primer pilar?

-¡...!- el joven se levantó y miro el bosque por breves segundos -¡El pilar del Norte, no puedo decirte mucho de él, no hay mucha información, además solo que posee ojos rojos como la sangre y que es capaz de invocar un fuego negro, que nunca se extingue hasta que lo consume todo.