Taehyung era el típico chico nerd, no tenía problemas en la escuela, tenía pocos amigos, tenía padres amorosos, una casa de ensueños y una vida con un futuro.
¿Su único error? haberse enamorado de la típica chica mala y mala influencia, Min Suni.
...
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Suni estaba comiéndome la cabeza, ahora casi siempre estaba cerca de mí y eso hace que me ponga nervioso pero no es que no me guste vamos, he deseado desde que llegué a ese colegio que notara de mi existencia pero es que con ella cerca siento que mi enamoramiento crece cada vez más y no quiero eso, quería alejarme, no me convenía estar cerca, aunque no quiera decirlo sentía miedo de como vaya a terminar todo.
—Buenos días hijo, pasé de largo durmiendo no sé que pasó.
—Mamá es temprano todavía puedes seguir durmiendo.
—Oh no, aunque quisiera seguir durmiendo no podría, ya mi cuerpo esta acostumbrado a levantarse temprano. —escuchaba a mi madre hablar mientras la veía prepararse su café, se sentó frente a mí en la mesa. —¿Tienes clases extras hoy?— negué —¿Jimin no vendrá?
—No, lo veré allá.
—Mmm, y que me cuentas sobre la chica que vino el otro día.— tomó un sorbo de su café y me miró.
—Nada, no hay nada para decir.
—Debería venir más seguido.
—Mamá si ella viene de nuevo solo será por trabajos del colegio, ella y yo no somos amigos, compañeros de asiento.—terminé por decir.
—Deberías intentarlo.— dijo mientras se paraba y llevaba su taza.—Parece una buena chica.— salió de la cocina.
Suspiré de la frustración, voy a volverme loco.
...
Entré al salón y automáticamente miré hacia donde me sentaba con Suni pero ella no estaba ahí, estaba otra compañera ocupando el lugar, de igual manera fui a sentarme de todas formas en mi lugar. Pasaban los minutos y ya iba a llegar la profesora a dar su clase, más compañeros seguían llegando pero ninguno eran ella. Cuando llegó la profesora cerró la puerta por detrás.
—Buenos días clase.
Después de una hora, la clase había terminado. Realmente esta clase me gustó demasiado, fue muy entretenido al menos para mí. —Disculpa..— mi compañera de banco me habló después de que ninguno se miró en toda la hora básicamente.
—Dime.
—Quería pedirte si por favor puedes prestarme lo de hoy solo lo último, es que me distraje y no terminé de copiar.—me sonrió tímidamente.— Te lo devolveré rápido.
—Claro.— saqué las últimas hojas y se las di.
—Gracias, por cierto soy Yuna.— estiró su mano hacía mí para estrecharla, mirando su mano acerqué la mía sintiéndome raro por hacer contacto físico, no solía hacerlo.
