Regalo de Halloween

Pero..que has hecho?

Habían pasado  3 días desde Lys se entero de que era una bruja del clan Aaron, esos días había aprendido de su hermana  lo más básico de la magia, se sorprendió por lo rápido que había aprendió, pues creyó que le iba a costar  más tiempo, pero no esos días había conseguido cambiar las formas de las cosas, de cómo hacer una pequeña luz con su dedo índice, para alumbrar en la oscuridad, y lo que le gustaba más, con tan solo una orden de su dedo ponía en marcha el funcionamiento de  las cosas, como por ejemplo encender el televisor, sin el control, o cualquier electrodoméstico, o incluso hacer la tarea en tan solo un segundo, eso era lo que mas le gustaba, pero solo podía hacerlo en su habitación, porque si, no podía usar magia en presencia de los demás

Mañana  era 31 de octubre, el día de halloween o noche de brujas y ese mismo día ella cumplía sus 17 años, estaba algo nerviosa, pues Marie le había mencionado que ese día después de asistir a la fiesta que preparaba el comité del la escuela, ellas tenían una reunión a la media noche con los miembros del clan

Lys solo conocía a  su tía, Nicole, hermana de su padre, y también conocía a sus hijos, los cueles solo eran dos, una mujer e hombre, su primo Kei era muy divertido, relajado y muy simpático, pero su prima Kat era todo lo contrario, fría e retirada de su familia, Marie e ella se llevaban muy bien, en cambio Lys prefería estar con Kei…sabia que aun no conocía a los demás hermanos de su padre, porque su papa había peleado con ellos hace tiempo

Las clase de informática se había cancelado, pues el profesor a cargo había tenido un accidente e estaba discapacitado, y tenian libre esa tarde, así que Magali animo a Lys para que la acompañara de shopping, las dos chicas estaba en una de las tiendas mas juveniles e famosas que se había abierto recientemente, TopFashion, casi todas las chicas que asistían en Southbank, se encontraban hay buscando el disfraz perfecto para la fiesta, ya que la tienda estaba en un evento de disfraces, ofreció los mejores  para Halloween, además de que estos estaban en descuento, Mag, se estaba probando como el decimo disfraz, este era de diabla, se veía de arriba abajo en frente de un espejo, mientras que la joven Aaron estaba sentada en un sillón dándole su opinión

Lo que ella no imaginaba es que su queridísimo compañero Dreak también estaba en esa tienda con su novia, la cual no dejaba de probarse los disfraces mas sexys del lugar, Dreak ya estaba cansado, al principio fue muy entretenido ver a su novia en diminutos prendas, pero después de ver mas de 15 disfraces se había fastidiado, esperando a que su pareja saliera del vestidor, sus ojos grises viajaron por toda la tienda, se detuvieron en una figura muy conocía por el, esa cabellera larga negra con rayitos castaños en las punticas, la conocía muy bien, Lys, la cual estaba sentada a unos pasos de el, tenia cara de aburrimiento

Desde el día de la clase de historia, y después de aquel inexplicable suceso, el chico no había dejado de pensar en la joven, no entendía el por qué de repente la había tomado de la mano, solo se había sentado junto a ella, para molestarla por el hecho de que el tuvo que llevarla a la habitación de la hermana en sus brazos, la otra vez, pero después sucedió eso, sintió arder la palma de su mano unos minutos después de que la había apoyado en la mano de la chica, luego esta lo miraba con miedo y salió disparada del aula dejándolo confundido

Que rayos había ocurrido? Quería una respuesta, y en esta ocasión tenía la oportunidad de conseguirla, una sonrisa de lado se planto en sus labios, mientras que con pasos firmes se acercaba a Lys, se detuvo una vez que llego a su lado, y aclaro su garganta para anunciar su llegada, observo como la cabeza de la chica giraba hacia arriba para verlo, en cuento la vio, su expresión cambio de aburrida a una de real disgusto, esto le dio risa, no sabía porque pero desde hace tiempo le gustaba observar los cambios de expresión del rostro de la joven

-       Ya sabia yo todo era muy bueno estos días por no tropezarme contigo

-       Valla también me alegro de verte – dijo con sarcasmo el chico, sentándose junto a ella